El acoso se define como un conjunto de comportamientos agresivos, amenazantes o no deseados, que pueden afectar el bienestar emocional, mental y, a menudo, físico de la persona que lo sufre. Puede aparecer de maneras verbales, físicas, psicológicas o sexuales, y su efecto varía según la duración, la gravedad y el entorno, así lo explica el psicólogo Marcel Santos.
A continuación, enumera al periódico Hoy las señales evidentes para reconocer el acoso en la calle, en el trabajo y en las escuelas:
En las calles (acoso callejero)
Señales evidentes:

Comentarios sexuales no solicitados, silbidos o gestos obscenos.
Miradas insistentes o amenazadoras que generan incomodidad.
Invadir espacios personales de manera intencionada sin permiso.
Seguir a alguien sin su aprobación.
Tocar a alguien sin autorización, incluso si parece casual.
Tomar imágenes o grabar sin consentimiento.
Indicadores emocionales/comportamentales:
Sentir ansiedad, temor o estar muy alerta al pasar por ciertos lugares.
Modificar rutas o forma de vestir para evitar estas experiencias.
En el trabajo (acoso laboral o “mobbing”)
Señales evidentes:
Aislamiento social deliberado, exclusión de reuniones o conversaciones importantes.
Críticas constantes y sin razón sobre el trabajo.
Asignación de tareas degradantes o innecesarias para menospreciar.
Difundir rumores o mentiras sobre la persona.
Amenazas o intimidaciones, ya sean directas o sutiles.
Control desmedido del tiempo o las tareas, sin razón válida.
Comportamientos sexuales inapropiados disfrazados de “bromas”.
Indicadores emocionales/comportamentales:
Sentimientos de ansiedad o angustia antes de ir al trabajo.
Falta de motivación, bajo rendimiento y problemas para dormir.
Síntomas físicos sin explicación aparente (dolores de cabeza, molestias gastrointestinales, etc.).
En las escuelas (acoso escolar o bullying)
Señales evidentes:
Insultos, burlas y apodos despectivos.
Agresiones físicas como empujones, golpes o zancadillas.
Exclusión sistemática del grupo social.
Circulación de rumores o acoso cibernético (mensajes o publicaciones humillantes).
Destrucción de objetos personales.
Amenazas claras o implícitas.
Indicadores emocionales/comportamentales:
Temor o rechazo al asistir a la escuela.
Alteraciones del ánimo, aislamiento, irritabilidad.
Descensos en el rendimiento académico.
Problemas físicos sin una causa médica clara (dolores de estómago, de cabeza, etc.).
Enfoque psicológico
La psicología fomenta la identificación de estos comportamientos a través de:
Psicoeducación: instruir sobre límites, derechos y formas de violencia.
Escucha activa y validación emocional para quienes son víctimas.
Fortalecimiento de la autoestima y habilidades sociales.
Intervención psicosocial y protocolos institucionales para permitir denuncias seguras.