En una crónica que publicó este diario en su edición del domingo, página 8, nuestro reportero Diógenes Tejada recoge denuncias de viajeros que ingresan al país sobre el acoso a que dicen ser sometidos en el Aeropuerto Las Américas, y suponemos que también de otras terminales, por personal de Migración, Aduanas y otras dependencias oficiales, que les piden dinero a cambio de «facilidades» para sus trámites.

Los testimonios dan cuenta de que se ha llegado hasta la extorsión en la oferta de facilidades para el chequeo de pasaportes en Migración de llegada y mesas para el chequeo de equipajes. Todos estos «servicios» se ofrecen a cambio de unos cuantos dólares.

Esta práctica convierte los trámites legales en un negocio lucrativo para gente que devenga un salario del Estado para servir a los viajeros, no para venderles los servicios. De la misma manera, estas «facilidades» convierten a los que pagan por las mismas en cómplices de una conducta impropia.

En el Aeropuerto Las Américas estas prácticas han cobrado dimensión de escándalo, por el asedio a que son sometidos los viajeros que para esta época suelen venir a la República Dominicana. No hay que dudar que en otros aeropuertos locales esté ocurriendo algo similar.

Los testimonios recogidos señalan que aparte de estas «ofertas» de servicios los viajeros son acosados por «buscones» de las agencias de alquiler de vehículos.

Todo este problema ha recrudecido a raíz de otorgar el Gobierno las facilidades aduanales para los dominicanos residentes en el exterior.

Definitivamente, las autoridades de Migración, Aduanas así como de cuerpo de seguridad aeroportuaria deben ponerle fin a este acoso.

SIDA

El Día Mundial de Lucha contra el SIDA se conmemora hoy, en medio de lamentables denuncias de trato discriminatorio en perjuicio de personas infectadas por el retrovirus que produce esta terrible enfermedad.

La directora de Proinfancia, Tanya Medrano, ha denunciado que numerosos niños y niñas infectados con el Virus de Inmunodeficiencia Humano (VIH/SIDA) son discriminados y rechazados en las escuelas del país.

Niños que han ingresado a la escuela han sido expulsados desde que la dirección descubre que provienen de padres infectados. A otros, cuyo contagio se conoce de antemano, se les niega la inscripción.

Por mucho que se diga, el trato hacia los infectados de SIDA tiene en este país una alta dosis de discriminación y rechazo. Más allá de las precauciones sanitarias científicamente recomendadas, se suele extremar la marginación de la gente con SIDA de una manera indeseable y cruel.

La discriminación se ejerce aún contra la prédica de organismos especializados en materia de SIDA y sus vías de contagio, que recomiendan integrar a los afectados de esta enfermedad y ayudarlos a tener una existencia llevadera.

No hay razones para tanta discriminación. Hay que ponerle fin.