Actitud de Jesús ante la crisis

Actitud de Jesús ante la crisis

Hace unos días la lectura de la Palabra invitaba a leer el evangelio de San Marcos 8,1-10, que relata «la crisis del pan», y lo que hizo Jesús al darse cuenta de ella. Al leerlo de nuevo -y en el contex-to de lo que algunos nos recomiendan para afrontar nuestra crisis-, vi con más claridad las actitudes de Jesús ante las crisis, sean personales, sociales o nacionales.

Descubrir las verdaderas actitudes de Jesús ante las crisis es de la mayor importancia aquí, en nuestra situación actual. No en vano los cristianos son la principal reserva moral del país, su mayor esperanza. La idea que los cristianos tengan de cómo actuaba Cristo ante las crisis, y cómo enseñó a sus discípulos a reaccionar ante ellas -fueran propias o del prójimo-, es de la máxima importancia.

Por eso me voy a permitir reproducir primero el evangelio de San Marcos tal como aparece en la Biblia, literalmente, como lo entienden la mayoría de los cristianos y otros lectores. Y, a continuación, indicaré las actitudes de Jesús y los discípulos que yo vi, por debajo de lo que hicieron y dijeron. Veamos primeramente el Texto.

«Uno de aquellos días, como había mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discí-pulos y les dijo: «Me da lástima de esta gente; llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer, y si los despido a sus casas en ayunas, se van a desmayar por el camino. Además, algunos han venido desde lejos».

Le replicaron sus discípulos: «Y de dónde se puede sacar pan, aquí, cii despoblado, para que se queden satisfechos?». El les preguntó: «!Cuántos panes tenéis». Y ellos contestaron: «Siete». Jesús mandó que la gente se sentara en el suelo: tomó los siete panes, pronunció la Acción de Gracias, los partió y los fue dando a sus discípulos para que los sirvieran,, y ellos se los sirvieron a la gente. Tenían también unos cuantos peces: Jesús los bendijo, y mandó que los sirvieran también. La gente comió hasta quedar satisfecha, y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas; eran unos cuatro mil.»

Veamos ahora las «actitudes» de Jesús y sus discípulos, por debajo de lo que dijeron e hicieron.

Jesús, ante la crisis que vio, puso todas sus facultades personales, y no sólo oración al Padre.

Jesús viendo a la gente «se dio cuenta», leyó lo que pasaba y las consecuencias que iba a tener. Y ante ello se le conmovió el “corazón”. Y «pidió ayuda» a sus discípulos para que le ayudaran a “bus-car soluciones y ponerlas en práctica”. Movido por su compasión, no los quiere despedir en ayunas, porque se van a desmayar por el camino. Y les recordó que la gente llevaba ya tres días con él.

«Relaciona», todos los datos que tiene ante sus ojos –presente, pasado y futuro-. Su “memoria, incluyendo que algunos vinieron de lejos, le hace darse cuenta de la situación presente antes de que otros se lo digan. Y “prevé”, anticipa las consecuencias, de los que les pasará en el futuro, a la luz de su «experiencia», de lo que aprendió de situaciones similares del pasadoSu compasión «quiere ser eficaz», y por eso, pregunta a los discípulos cuántos panes tienen. Averigua, busca los medios y los aliados necesarios, para que ello sea posible. Y manda que la gente se siente en el suelo –y en otra ocasión similar dice san Marcos que mandó que se acomodaran en grupos de cien y de cincuenta (6,40)- y los «organiza». Su amor es «creativo».

Tomó los siete panes y pronuncia la Acción de Gracias. «Ora», pide a Dios, «al tiempo que pone todos los medios a su alcance». Los partió y los dio a sus discípulos para que los sirvieran. «Promueve, supervisa y da seguimiento” al «trabajo en equipo». Y los discípulos los sirvieron a la gente, colabo-raron, no fueron meramente escuchadores o adoradores.

Y, al aparecer unos cuantos peces Jesús los bendijo también, y mandó que los sirvieran. Su amor fue «generoso y creativo», aportó y multiplicó todo lo que estuvo en su mano.

Así actuó Jesús ante la crisis. Procuró darle respuesta. Y, para ello, puso manos a la obra, pidió ayuda a sus amigos y ayuda a organizarlos, y le pidió ayuda también a Dios. Pidió ayuda a Dios, pero no lo dejó sólo para afrontar la crisis, limitándose a pedirle una y otra vez que la solucione él sólo. Y nosotros…

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