WASHINGTON.  AFP.  La costa este de Estados Unidos despertó ayer bajo un cielo despejado luego de la tormenta de nieve que la azotó durante el fin de semana, pero la actividad se reanudaba lentamente, en particular cerca de Washington, donde el transporte seguía caótico y las oficinas administrativas estaban cerradas.

Luego de las caídas de nieve históricas del fin de semana, con hasta 61 cm en Virginia, ya no nevaba ayer excepto en algunas partes de Maine y en el norte del estado de Nueva York.

 En la misma ciudad de Nueva York, así como en Boston, las calles y el cielo estaban despejados y el transporte había vuelto a la normalidad, incluso en los aeropuertos donde no se observaban demoras importantes.

 En cambio, en el sur, donde las precipitaciones fueron más abundantes e inusuales, el panorama era diferente. Ayer, todas las oficinas federales de Washington estaban cerradas. Los funcionarios gubernamentales cuya presencia no era absolutamente necesaria en las oficinas podían no concurrir a su trabajo, y quienes podían trabajar desde su domicilio fueron alentados a hacerlo. Meteorología alertó sin embargo sobre condiciones de circulación difíciles en Virginia, Pensilvania y Maryland, en particular en Washington.