Alcanzar la vigencia de Estados realmente independientes  para el desarrollo de proyectos democráticos que incluyan las aspiraciones y demandas de todas las personas de las Américas, sin discriminación, es el desafío de  la Campaña por una Convención Interamericana de Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos en el marco de la 46° Asamblea General de la Organización de Estados Americano (OEA).

Mónica Coronado, coordinadora colegiada de la Campaña, se pronunció en estos términos tras la presentación de la Iniciativa OEA por más vida y más salud para las mujeres, niñas, niños de las Américas.

 “Queremos ampliar los horizontes de la democracia para que toque nuestra vida diaria y nos haga sentir parte de un proyecto que nos da la posibilidad de ser felices y realizarnos como hemos decidido, manifestó la activista de nacionalidad peruana”, expresó.

En esa perspectiva remarcó la necesidad de garantizar la laicidad de los Estados, como garantía de aplicación efectiva de planes, acuerdos, consensos y otras iniciativas de carácter regional en relación a los derechos sexuales y los derechos reproductivos, los que carecen de protección en algunos países.

“La vulneración de estos derechos significa infelicidad para millones de personas, muertes de niñas y adolescentes por abortos inseguros, violaciones sexuales y negación del derecho a la maternidad a mujeres lesbianas, violencia y falta de oportunidades a las personas LGTBI, desconocimiento y ataques a las familias diversas, por citar algunas situaciones inaceptables”, refirió.

No afecta a un solo tipo de mujer, subrayó sino a una amplia diversidad en las distintas formas de ejercer la  vida y la  identidad sea como lesbianas, niñas, adolescentes, jóvenes, mujeres transgénero, trabajadoras sexuales. Del mismo modo se vulnera el derecho de minorías raciales como las indígenas o afrodescendientes.