Más que la realización de cumbres y reuniones motivadas por acciones electorales, se deben de ejecutar acciones concertadas, que tiendan a erradicar los feminicidios, un  flagelo que ha costado la vida de al menos 30 mujeres en lo que va de 2012, dijeron activistas a favor de la mujer.

Lourdes Contreras, del Centro de Estudios de Genero INTEC, y Susi Pola, del Programa Género y Derechos de Profamilia, aseguraron que durante años las entidades sociales han venido denunciando la situación y realizando sus modestos aportes para enfrentar esa realidad que impacta a la sociedad.

Contreras lamenta que para llamar la atención del presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, quien propuso la realización de una cumbre para discutir el tema de los feminicidios, se espera que tantas dominicanas murieran asesinadas por sus parejas o exparejas.

Indica que en la última década el Congreso Nacional, ha tenido en sus manos la propuesta de criminalización de estos casos y su colocación como tal en el Código Penal Dominicano, y hasta ahora, no se ha hecho.

Dice que para que realmente se enfrente la situación se deben conocer las razones que la ocasiona y a partir de esto iniciar las acciones de lugar.

“Con cuáles propuestas se pretende convocar a una cumbre.  Entre quiénes y para  qué tipo de política. Desde qué consideraciones, dado a que, hasta ahora, no  hay evidencias de interés en adentrarse en soluciones de trascendencia, que puedan implicar un cambio cultural  y preocupación por nuevas formas de relacionamiento entre los seres humanos”,  se pregunta Contreras.

Para la activista, se necesitan acciones concretas como políticas y programas de salud, educación, y la suma de los actores judiciales, locales y medios de comunicación  en la atención y prevención de estos casos.

De su lado, Pola entiende como bueno que se dialogue sobre el tema, pero no sólo para nombrar una campaña o hacer un gesto conmemorativo, sino para accionar y sumar a los sectores oficiales de educación y salud “que están como pastores en Belén”, ante la problemática.

“Ya no debemos juntarnos para eso, se trata de resolver y adecuar presupuestos para aplicar políticas de prevención y fortalecer el sistema de atención, crear una Unidad de Atención Integral especializada en las Fiscalías de las ciudades cabecera de cada provincia”, indica.

Dice que se debe convocar al Ministerio de la Mujer y mejorarle el presupuesto, que es el de menos ingresos presupuestarios recibe para su trabajo, a fin de hacer  el trabajo, no para dar discursos, porque el problema es parte de los asuntos del gobierno.

Plantea que por muchos años el trabajo de las organizaciones ha sido tratar de visibilizar el problema y plantear acciones para enfrentarlo, pero hasta el momento las acciones oficiales solo se han concentrado en las campañas y hacer discursos que poco han aportado a la erradicación del mismo.

Ambas coinciden en la necesidad de priorizar la atención a las víctimas, al mismo tiempo, que se actúa para erradicar las causas y prevenir las  consecuencias en lo relativo a las pérdidas de vida y la desintegración de familias, dejando en la orfandad a cientos de niños al año.

Creen que se debe trabajar con el hombre, que es el principal agresor para hacerlo entender que la violencia contra sus compañeras no es una opción ya que en muchos casos ellos también terminan muertos o van a prisión.

De ahí, finaliza Contreras, la importancia de desarrollar procesos que conduzcan a la superación de la relación desigual de poder contrarrestando la manera de pensar y de actuar desde lo masculino, históricamente marcado desde el peso de la agresividad y el maltrato como ejercicio de poder.