LOS ANGELES. El veterano músico, actor y activista social estadounidense Harry Belafonte recibió el sábado un Óscar honorífico por su trabajo humanitario, en una gala en Hollywood poblada de estrellas en la que también se homenajeó a otros tres iconos cinematográficos. Belafonte recibió el premio humanitario Jean Hersholt, mientras que el director japonés Hayao Miyazaki, el guionista francés Jean-Claude Carriere y la actriz irlandesa Maureen O’Hara recibieron premios honoríficos.
«Los artistas son la voz radical de la civilización», dijo Belafonte, de 87 años, durante la entrega de los Premios del Gobernador (como se conoce a estos galardones) en el Teatro Dolby, donde se celebra la gala de los Óscar cada año. «Realmente me gustaría poder estar por aquí el resto de este siglo, para ver lo que hace Hollywood con lo que queda del siglo», dijo. Alejado de los focos, Belafonte participó en muchas campañas por causas como la educación, la infancia, el sida o los derechos civiles.
Películas suyas como «Carmen Jones», «Odds Against Tomorrow» («Apuestas contra el mañana» en España o «Reto al destino» en México) y «The World, the Flesh and the Devil» ayudaron a retratar las injusticias del mundo y la desigualdad. En 1987 fue nombrado embajador de buena voluntad de Unicef. Entre los que le rindieron tributo en la ceremonia se encontraba el director británico Steve McQueen, cuya «12 Years a Slave» («12 años de esclavitud» o «12 años esclavo») ganó el Óscar a mejor película este año. «Él básicamente tomó esos poderes de celebridad y fama y los usó para una causa más grande que él mismo», dijo McQueen a la AFP.