Actor Julio Bracho: la carga emocional al interpretar a Trujillo fue durísima

Actor Julio Bracho: la carga emocional al interpretar a Trujillo fue durísima

Julio Bracho/José Andrés De los Santos

Nada en él pasa desapercibido. Su camisa mangas largas color azul por fuera, combinada con un jean; el modo de sentarse, su firmeza de voz, los ademanes con que acompaña cada expresión y la facilidad en el abordaje de los temas de cine, teatro y series de televisión, hacen del actor mexicano Julio Bracho una patrimonio único.

Mira fijamente a su interlocutor y escucha con sumo cuidado las preguntas. Luego responde con una pedagogía propia de maestros veteranos. Sin titubeo, resume de manera clara, convincente y sencilla sus más de 22 años de experiencias como actor. Al final, su interlocutor queda satisfecho y se cree con los conocimientos necesarios para ejercer esa profesión.

En encuentro caracterizado por un ambiente ameno y cordial con Hoy.com.do, el reconocido conductor de televisión, quien protagonizó al dictador Rafael Leonidas Trujillo en la serie El Chivo, cuenta que el motivo de su visita en la República Dominica, a donde llegó el viernes en la noche, se enmarca en su nuevo proyecto de educación en la actuación a través de impartir talleres.

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Para esos fines, viajará este martes a Santiago, y luego irá a Bonao y San Francisco de Macorís. Posteriormente, los días cinco y seis del mes entrante, de 5:00 a 10:00 de la noche, estará en la Escuela de Bellas Artes, en Santo Domingo, donde colocará al servicio de los presentes sus experiencias de vida, provista por una familia ligada a esa profesión.

«Hacemos mucho trabajo físico de la técnica que yo aprendía. Y les hago así (hace un ademán con sus manos) compacto, una vitamina turbo… y avanzo muy rápido en tres pasos que son: la expresión corporal, que es trabajar sin decir una palabra; después hay una especia de monólogo, y después una escena con uno o dos personajes más», resumió.

El Chivo. Bracho levanta su brazo derecho, y con una sonrisa lo mueve de un lado para otro e imita casi a la perfección el modo de saludar de los dominicanos de la calle, para ejemplificarme el afecto que le demuestran y las expresiones que le dicen. «El Chivo, El Chivo… cuídate Chivo, no ande solo».

Su sobrenombre viene justificado en su papel protónico en la serie El Chivo, una producción basada en la novela del escritor Mario Vargas Llosa, en la que interpretó al dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo.

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«Tuve el privilegio y la suerte de interpretar a Rafael Leonidas Trujillo. Fue un trabajo muy fuerte, porque fueron seis meses grabando de lunes a sábado, 12 horas diarias. Y la carga emocional, y la casma que trae este hombre fue durísimo, entonces si fue un gran trabajo para mi alma, para mi cuerpo y para mis emociones», expreso.

«Eso es justo la luz y la sombra de este personaje. Con su familia era amoroso… era un gran padre, un gran tío, un gran hermano, y de ahí hacia fuera era un tirano cruel, o sea, no dudaba en si algo se interponía, y yo creo que eso está muy ratratado en la serie».

El Chema y El Mariachi. Otras series protagonizadas por el experimentado actor es el El Chema y El Mariachi. Sobre la primera, narró que está basada en hechos reales, que es la historia del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera (El Chapo). Su personaje es Arellano Félix (Francisco Rafael Arellano Félix) que fue el capo que inició a El Chapo en la vida del narcotráfico, y es su mentor.

«El descubre en este muchacho una capacidad y una visión de negocio que no había visto en otra gente. Y se vuelve como su hijo optativo, decide como acompañarlo, y se lo acaba El chapo comiendo, su pupilo resultó más fuerte que el maestro.

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Mientras que El Mariachi está basado en la película de Robert Rodríguez, y también se trata de un capo a quien le dice el Mero Mero. La diferencia del narco anterior es que éste es alguien que no llama la atención, un tipo que tiene su hacienda, un bar…, pero en realidad es el tipo que maneja todo, es el jefe, el Mero Mero.

Una maravilla. «Esa maravillosa Catedral que es la primera del nuevo mundo, eso me parece increíble…. Esto es «un paraíso. O sea, me imagino cómo llegaron los españoles, anclaron, tierra (mira hasta chinito me pongo), bajarse armados hasta los dientes y encontrar este paraísos de frutas, mujeres indígenas preciosas, es como todo un viaje extraordinario».