Huesca (España) (EFE).- El actor mexicano Pedro Armendáriz recogió en la ciudad española de Huesca (norte) el Premio Luis Buñuel que le concedió el Festival de Cine de esa población, que clausura su trigésimo cuarta edición. Armendáriz expresó su satisfacción por la decisión de los organizadores del certamen de concederle un galardón para reconocer su trayectoria en el cine con el nombre del famoso cineasta aragonés, que situó entre los cinco más importantes del mundo.
En una comparecencia ante los medios de comunicación, el galardonado evocó un recuerdo de su infancia referido a la película que rodó su padre, el también actor Pedro Armendáriz, con Luis Buñuel, El bruto, y a las impresiones que le transmitió entonces su progenitor del rodaje.
Yo no me acuerdo de Buñuel, comentó a renglón seguido, pero sí recuerdo que mi papá me dijo que este señor era medio raro, que no le entendía mucho lo que decía, pero que era bueno.
Armendáriz destacó que su carrera profesional se dirigió inicialmente a la arquitectura y que su llegada al cine se produjo de forma casual y no intencionada, después de aparecer en unos cortos de Arturo Ripstein que le llevaron a interpretar una película producida por Raúl de Anda.
Yo no experimenté la carga del peso de mi padre; en un tiempo, de chico, ni me di cuenta de que mi papá era actor porque mi ídolo entonces era Jorge Negrete, y nunca tuve ese conflicto.
El actor reflexionó, asimismo, sobre la situación del cine actual en su país y lamentó tanto la influencia del cine estadounidense y la cuota de pantalla que ocupa, alrededor del 90 por ciento, como la falta de apoyos oficiales para evitar la marcha de cineastas y técnicos de talla internacional y favorecer el desarrollo de una cinematografía propia de calidad.