Actos cotidianos que se convierten en energía

Actos cotidianos que se convierten en energía

El ritmo de vida actual exige que las personas centren su atención en un mayor número de actividades. La profesión, la familia, los estudios, la salud y muchas otras áreas de nuestras vidas demandan tanto tiempo y energía que llegar al final de cada día parece una batalla que cada vez cuesta más librar.

Tal vez mucha gente no tenga tiempo o dinero para largas terapias de relajación o sentarse con un psiquiatra para limpiar su mente y hacer su propia catarsis, pero sí puede tomar actos cotidianos para renovar su cuerpo, mente y devolverse a sí mismo la energía perdida por el cúmulo de actividades a las que se dedica.

Nos sorprenderíamos si fuésemos conscientes de las grandes reservas energéticas de que disponemos. Basta con que aprendamos a controlar nuestro tiempo, como primer paso para disponer de tiempo para sí mismo y para reponer las energías perdidas.

HACER UN BALANCE

El primer paso para energetizarse es disponer de un día para establecer prioridades. Con frecuencia liberamos un cúmulo de energía en actividades, acciones y esfuerzos que no son significativos en nuestras vidas y que no nos servirán de retroalimentación. Concentrarse en lo que verdaderamente importa y acelerar nuestras mentes sólo para la obtención de cosas productivas, ayudará a reajustar su consumo actual de energía y a “gastarla” de forma más positiva y eficiente.

Decidir qué y cuando comer, disponer de tiempo para participar en una actividad deportiva de su preferencia o ponerle nueva chispa a su vida pueden ser las cosas que hagan falta para corregir los desequilibrios sufridos.

Un paseo rápido

Caminar es una de las maneras más sencillas y efectivas de hacer ejercicio. Una caminata rápida acelera sus niveles de energía física, levanta el estado de ánimo y aporta un toque de diversión que no le vendrá nada mal a su rostro.

RESPIRACIÓN PROFUNDA

La frase que dice que la mayoría de las personas no saben respirar es absolutamente cierta. Como el acto de inhalar y expirar es natural y automático, pocas veces nos detenemos a valorar el poder de la respiración.

Una buena respiración profunda oxigena la sangre, favorece los procesos de pensamiento y aumenta la energía física. La práctica frecuente de respiración profunda reduce el estrés de su sistema nervioso, mejora la circulación, los sistemas y aparatos del organismo y aumenta los niveles de energía.

EL DISFRUTE DE LOS AROMAS

El sentido del olfato es el más primario de los cinco sentidos y aunque en las sociedades modernas se le ha restado importancia, es posible estimularlo de muchas formas para evocar sensaciones positivas y estimulantes. ¿Cuenta con un olor intenso en su memoria que evoca momentos mágicos en su vida? Ate ese recuerdo a su memoria y revívalo cada vez que requiera vitalidad. Rodearse de flores, de aceites esenciales o disfrutar de una buena bocanada de aire fresco puede ser muy estimulante.

Una buena ingesta

Si siente que se deprime después de comer es probable que su ingesta de carbohidratos de combustión rápida sea excesiva, dejando un déficit de energía. Ingiera alimentos ricos en proteínas, como el pollo y el atún, ya que el organismo los procesa a un ritmo más lento que los carbohidratos, lo que le suministrará energía por más tiempo.

DISFRUTE LA RISA

Una buena carcajada vale más que un frasco de medicamentos. La risa eleva los niveles de endorfinas, alivia el estrés y permite que el cuerpo y la mente trabajen con mayor nivel energético. No tenga miedo de reirse de sí mismo. Todo el mundo se equivoca y reirse de los errores, en retrospectiva, es un buen objeto de diversión.

BAILE COMO TROMPO

El baile es una actividad altamente aeróbica por el que no necesita pagar al gimnasio. Bailar, sin dudas, despierta el organismo y lo hace sentirse lleno de energía. Después de los primeros pasos de baile, la angustia y las preocupaciones desaparecerán como por arte de magia. Lo mejor del baile es que no requiere de una Ginger Roger o un Fred Astaire. No importa cuán bien lo haga o si tiene una pareja para disfrutarlo. Ponga su CD favorito y goce su sesión privada. Su cuerpo y su mente se lo agradecerán.

PIENSE BONITO

En lugar de concentrarnos en una retahila diaria de contratiempos y frustraciones o en su mala suerte, puede dar un nuevo impulso a su experiencia vital mirando el lado bueno de las situaciones cotidianas y cambiando su actitud frente a ellas. La negatividad sólo sirve para minar sus recursos interiores. El pensamiento positivo mejorará la confianza en sí mismo y le permitirá explorar posibilidades insospechadas.

UNA DUCHA FRÍA

Los beneficios de una buena ducha fría son varios y cuesta poco. Ducharse resulta una inyección de energía que le permitirá sentirse como nuevo y pondrá en alerta sus reflejos sensoriales.

MENTE DESPEJADA

Sentirse abrumado o desbordado por todo lo que tiene que hacer puede traducirse en una disminución de los niveles de energía o en una depresión. Vaciar la mente del “exceso de equipaje” puede obrar milagros.

A veces una carga mental es producto de la falta de limpieza física o un exceso de cosas de poca utilidad. Deshágase de todo lo que sobra o no sirve, a mayor espacio físico, mayor espacio mental.

Acabe los proyectos. Haga una lista de las cosas que razonablemente deba hacer y ejecútelas una a la vez. Se sentirá satisfecho y en paz mental.

DUERMA BIEN

El descanso nocturno no suele ser valorado debidamente. Para mantener nuestros niveles de energía es fundamental dormir bien por las noches. Para ello, haga mucho ejercicio, limite su consumo de cafeína, tome un baño templado antes de dormir, beba una tisana o leche caliente, cree una atmósfera tranquila en su alcoba, con una iluminación y aromas relajantes.

Si logra llevar a cabo todas o la mayoría de estas indicaciones, de seguro recuperará las energías perdidas y disfrutará mejor cada instante de su vida.

Fuente: el libro 50 remedios naturales para aumentar su energía, de Tracey Kelly, Grupo Editorial Norma.

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