Caso de Puerto Plata
En San Felipe de Puerto Plata tienen un alcalde sui generis, de los que piensan, que por haber sido elegido por los ciudadanos puertoplateños con derecho al voto, se le otorgó una  patente de corso para realizar y ejecutar obras como le venga en ganas. Actuando de ese modo, se arrogó la facultad, sin consultar a los ediles del Cabildo, de demoler el Monumento a los Héroes y Mártires de Luperón 1949, ejecutado por colecta popular. En una entrega anterior, habíamos señalado que por no estar nacido él en la fecha de esa histórica y heroica gesta; y también por ignorancia garrafal de nuestra historia, al no poder aquilatar en su justa dimensión lo que significó ese derroche de coraje y de sacrificio de parte de los expedicionarios que sabían que iban a inmolarse, al enfrentar las bien equipadas y numerosas tropas del dictador Trujillo.

Por invitación de la señora Elvia Miller viuda Puig, asistimos el viernes 29 de abril a una manifestación en la cual se protestaba porque el Alcalde, que había destruido el Monumento por su única y soberana voluntad, pretendía erigirlo en un lugar distinto, ya que el otro, en un gesto simbólico  había sido levantado sobre un monumento en honor a Trujillo, razón por la cual se demanda la construcción en el mismo sitio para resaltar, que a la postre aquellos patriotas vencieron al déspota.

Hemos indagado el porqué el señor Alcalde de apellido Musa se opone unilateralmente a la reedificación del Monumento en el lugar original.  Si revisamos los nombres de los que amarizaron  por Luperón en 1949, los que  desembarcaron por Maimón y Estero Hondo y hasta los aerotransportados por Constanza en 1959, no encontramos ese apelativo entre los combatientes. Este hecho podría ser uno de los razonamientos para oponerse a la voluntad libérrima de una provincia habitada por ciudadanos -de heroicidad manifiesta en los anales de la República. Los puertoplateños de origen debemos abominarlo, tal y como les está sucediendo a sus antepasados en el Norte de África y el Medio Oriente, quienes al igual que él, plenos de soberbia y altanería han despreciado con actitudes dictatoriales a sus pueblos.

Caso Carretera Hato Mayor-Sabana de la Mar.

  Hemos sido informados por el Movimiento por la Dignidad y el Respeto a los Ciudadanos en la provincia de Hato Mayor, que de nuevo se ha paralizado la construcción de la vía que une  Hato Mayor del Rey con Sabana de la Mar, pasando por el Distrito Municipal de El Valle. 

En una entrega anterior que escribimos solidarizándonos con el justo pedimento de este Movimiento, recibimos una amplia misiva del Ministro de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), en la cual nos aseguraba que la paralización había sido momentánea y que ya podíamos, si así lo deseábamos, comprobar la continuación de los trabajos.  Además afirmaba que no se detendría hasta darle una terminación aceptable, ya que no tenían los recursos económicos necesarios para hacerla como se construyó la carretera La Vega-Jarabacoa. De nuestra parte, escribimos otra entrega agradeciéndole al ingeniero Díaz Rúa, su consideración y su apego a las cláusulas contractuales.

Sin embargo, en esta nueva detención, nos hemos enterado que a la compañía constructora JORDACA, no le han cubierto las asignaciones presupuestales por varios meses, debido a que se ha suscitado un “impasse” entre el Ministerio de Hacienda y el MOPC.  De ese modo, se introduce un elemento nuevo que de seguro va a crear roncha entre los candidatos del partido en el poder, sobre todo el de mayores posibilidades,  quien ha afirmado que “continuará lo que está bien; corregirá lo que está mal y hará lo que nunca se hizo”.  A buen entendedor, pocas palabras.