Actualización necesaria

Actualización necesaria

Resulta alentador enterarse de la existencia de un proyecto, que está siendo estudiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para fines de financiamiento, cuya meta es el fortalecimiento del sistema nacional de estadísticas.

Un proyecto de este tipo, del cual habló para este periódico el director de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), Pablo Tactuk, resulta de incalculable valor para un país como el nuestro, que tiene entre sus principales defectos la poca atención que ha dedicado a la conservación y actualización de la data necesaria para la planificación adecuada del porvenir.

Ya hemos vivido la experiencia traumática de los censos de población y vivienda, cuyos resultados finales suelen conocerse cuando ya las variables que los originaron han sufrido modificaciones significativas, convirtiendo estos datos en poco confiables para ciertas aplicaciones.

-II-

En aspectos menos engorrosos que un censo de población también tenemos grandes lagunas y no son de fiar los datos acumulados sobre promedio de escolaridad, ingreso per cápita tomando en cuenta la alta incidencia de la economía informal, índices de mortalidad y proyecciones más aproximadas a la realidad en cuanto a varios parámetros demográficos, como es la densidad por kilómetro cuadrado.

Siempre ha constituido una preocupación profunda de amplios sectores el hecho de que nuestros registros nacionales no son confiables y, por tanto, no permiten planificar con márgenes de aproximación tolerables.

Las estadísticas nacionales tienen que ser un soporte confiable y actualizado para la planificación en todos los órdenes, y garantizar que la administración del Estado pueda basar su desempeño en aproximaciones muy cercanas a la realidad, en data verdaderamente confiable.

-III-

Se requiere, para contar con registros confiables, que sean eliminadas las duplicidades y los conflictos de data acumulada por diversas instancias públicas y privadas, de manera que la data nacional sea manejada exclusivamente por la ONE, sin desmedro del derecho de entidades particulares para manejar registros para uso propio.

Para lograr estos objetivos, se necesita fortalecer y equipar debidamente a la ONE, mantener actualizada la preparación y especialización de su personal y proveerla de los recursos necesarios para actualización de registros existentes y apertura de otros nuevos,  en la medida en que lo demanden las circunstancias.

La planificación del desempeño del país requiere datos fiables, puntuales, actualizados y oportunos.

Esperamos que el proyecto puesto en manos del BID apunte en esa dirección.

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