Ninguna Constitución por encomiable y progresista que sea es perenne, libre de reformas porque los pueblos evolucionan”. Inicio la presente entrega con este certero criterio del experimentado abogado Luis Scheker Ortiz y paso de inmediato a citar al jurista Cristóbal Rodríguez Gómez cuando afirma que la Constitución del 2010, auspiciada por el ex presidente Leonel Fernández, nació necesitada de reforma porque, entre otras cosas, pudo ser la ocasión para robustecer la independencia de la justicia y la imparcialidad de los jueces y por el contrario, puso en marcha un sofisticado proceso de control político partidario de la justicia.

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Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), doctor Servio Tulio Castaño Guzmán, recuerda que proponer la modificación de la Carta Magna está entre las atribuciones del presidente de la República aunque estimó que para ello, debe producirse un pacto político, jurídico y social que además de buscar la independencia del Ministerio Público, propicie la unificación de las elecciones entre otros temas de interés que suman unos 40 artículos a revisar.

Me adhiero a las opiniones de estos destacados juristas quienes además de su reconocida capacidad profesional gozan del crédito público moral suficiente para orientar a la ciudadanía en base a sus mejores intereses.