Afirmando que «es el modelo» el que está en crisis en la República Dominicana, avanzamos muy poco en lo que se refiere al nivel de conciencia de las grandes mayorías, víctimas del mismo incluyendo a los productores nacionales. De esta forma, aquellos y aquellas que hacemos este tipo de afirmaciones (me incluyo) tenemos que actuar de forma que la gente vaya aprendiendo, en los hechos, la verdad y la importancia acerca de estas conclusiones. (Es claro que con discursos no logramos avanzar!
Lo central es que la gran mayoría, empezando por los dueños del país, saben que la República Dominicana estás inmersa en una crisis; central también es que en una situación así, todos y todas le presten atención a lo que se dice (principalmente a través de los medios de comunicación) y a lo que se hace, y que, si afinamos las puntería, y dejamos atrás el infantilismo y primitivismo en la forma de hacer la acción política, empezando a acertar en nuestra «puntería» y «disparos», entonces, una cantidad creciente de sectores empezaran a comprender aquello de «crisis de modelo» y a comprender aquello, que tanto repetimos, de que «los dueños del país van a trabajar para superar la crisis y estabilizar el país» haciendo cargar las consecuencias sobre los hombros de la mayoría, sobre el aparato productivo nacional y sacrificando los restos de Soberanía que le queda a la Nación».
)Se han fijado ustedes en la atención que le están prestando los dueños del país y sus intelectuales orgánicos, y muchos de los asesores del futuro gobierno del Dr. Fernández, a la cuestión de la llamada Reforma Fiscal? El Presidente Mejía dijo que le iba a dejar dicha reforma al próximo gobierno, y se ha desatado «la de Troya». (Fíjense bien!
Todos saben que el presupuesto estatal no alcanza, para pagar sus empleados, los intereses y amortizaciones de la deuda externa, la inmensa deuda «cuasi fiscal» del Banco Central y los subsidios al gas y a la electricidad. Y si no alcanza para esto, mucho menos para aumento de salarios, incremento de los presupuestos de Salud y Educación y para ayudar la producción nacional. Lo sabe también el FMI. (No alcanzan los cuartos! Para resolverlo se necesita incrementar sustancialmente los impuestos. Pero la idea de los dueños del país es seguir sin pagar impuestos; seguir cargando la crisis sobre el pueblo y los productores nacionales; seguir entregándole el país al capital financiero internacional, y finalmente, conseguir la anhelada «estabilidad macroeconómica» sin afectar sus capitales, ganancias y su adorado modelo.
No se rían. (Es eso lo que tienen en mente! la formula es incrementar los impuestos indirectos, para que los ricos sigan sin pagar impuesto: aumentar el ITBIS y ampliar su radio de acción, para que abarque nuevos renglones, manteniendo controlados los subsidios. El ITBIS es el impuesto indirecto por antonomasia. Lo paga toda la población, en la misma proporción. Los dueños del país no solo que no quieren que el sistema impositivo dominicano se sustente fundamentalmente en el Impuesto sobre la Renta, para que quien mucho gane pague más y que para los parásitos (como los inmensos capitales de la casas de apuestas y los casinos) paguen mucho más. (No quieren eso! Y además, no quieren fajarse con el gran capital extranjero: con la Shell, con el capital financiero extranjero, con los grandes capitales extranjeros del sector farmacéutico y de las comunicaciones. (No se atreven a marcharle a este segmento de los dueños del país!
Entonces: (Que los pobres y los productores nacionales paguen la crisis! (Entreguemos aún más la Soberanía y las riquezas naturales! (Que se joda la Nación!
)Cuántas empresas medianas y pequeñas han quebrado? )Cuántos productores agrícolas están a punto de quebrar? )En cuanto ha disminuido la crisis el nivel adquisitivo de las clases medias y del pueblo en general? )Cuanto más ha clavado sus garras sobre la Nación el gran capital extranjero? )Qué ha pasado con la dignidad y la Soberanía de la Nación Dominicana y de su pueblo?
Debemos prepararnos para desarrollar la lucha en estos terrenos concretos. Prepararnos para arrimar el hombro a cada lucha; aprovechar cada acción de los dueños del país para demostrar, en los hechos, la naturaleza de su modelo y de su espíritu depredador. A eso lo he denominado luchar con los dos brazos: con uno: profundizamos en el conocimiento del modelo y la sociedad que nos han impuesto, y con el otro, aprendemos a impulsar la acción política, practicando la unidad alrededor de cada lucha concreta.