Acuerdan combar tráficos drogas,
armas y personas

Acuerdan combar tráficos drogas,<BR>armas y personas

Por FIOR GIL
Los jefes de Estado y de gobierno que participaron ayer en la Cumbre Regional sobre Drogas, Seguridad y Cooperación se comprometieron a consolidar los mecanismos regionales para combatir el problema mundial del trafico ilícito de drogas, tráfico ilícito de personas y armas y los secuestros.

Asimismo, los mandatarios demandan de un mayor apoyo financiero de la comunidad internacional y resaltan los enormes costos y sacrificios nacionales que, como consecuencia de los esfuerzos en el combate contra las drogas, vienen librando los estados y las sociedades de la región.

En la declaración conjunta «Santo Domingo», firmada por los presidentes Leonel Fernández, Alvaro Uribe Vélez, de Colombia, René Prèval, de Haití y Patrick Manning, de Trinidad y Tobago, los mandatarios acordaron establecer medios para intercambiar y compartir información entre las autoridades competentes encargadas de aplicar la ley así como facilitar la asistencia mutua judicial y de organismos especializados en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas entre esos países.

Decidieron reforzar la cooperación operativa promoviendo acciones coordinadas de interdicción aérea, marítima y terrestre con el objetivo de desmantelar organizaciones de traficantes de drogas.

A fin de dar seguimiento a los compromisos suscritos en la declaración de Santo Domingo, se establece designar una entidad competente en cada uno de los países signatarios del acuerdo para el establecimiento de un mecanismo de coordinación regional de la cumbre celebrada ayer.

También se acordó celebrar periódicamente otras cumbres para evaluar la situación de las drogas en la región y los avances alcanzados, así como realizar los ajustes necesarios.

La declaración conjunta de 12 puntos firmada por los jefes de Estado y de Gobierno conviene asimismo diversificar la búsqueda de canales de cooperación interregional, tanto en el ámbito multilateral como bilateral, así como otorgar mayor atención y más recursos a la solución del problema de la demanda, a través de campañas de prevención del consumo, educación, rehabilitación y reinserción social.

También acordaron continuar los esfuerzos para erradicar e impedir el cultivo y la producción de drogas, incluyendo medidas a fin de perseguir judicialmente y condenar a los miembros de las redes del narcotráfico.

Otro compromiso asumido en la declaración de Santo Domingo se refiere a la creación de o el fortalecimiento de observatorios nacionales de drogas en los países de la región que trabajarían conjuntamente con el Observatorio Interamericano de Drogas de la Comisión Interamericana para el Abuso de Drogas (CICAD).

El documento de Santo Domingo contiene también el compromiso de llamar a los estados y organismos internacionales, mundiales y regionales para que apoyen mediante el fortalecimiento de la asistencia financiera, técnica y de capacitación otorgada a los países de la región en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas.

Además, compartir las lecciones aprendidas y las prácticas mejoradas en la lucha contra el problema mundial de las drogas particularmente en el tráfico y los delitos correlacionados en la región, con el propósito de fortalecer las instituciones encargadas de la aplicación de la ley.     

Los jefes de Estado y jefe de gobierno de la región que participaron en la Cumbre Regional sobre Drogas, Seguridad y Cooperación, celebrada ayer en la Secretaria de Relaciones Exteriores consideraron los daños causados por el problema mundial de las drogas y particularmente por el tráfico ilícito de drogas y los delitos correlacionados, entre éstos la trata y el tráfico de personas, armas, el secuestro y el lavado de activos, que alegan constituyen una amenaza real para el bienestar de sus conciudadanos y la gobernabilidad democrática.

Reconocieron además que a pesar de los avances alcanzados en cada uno de los respectivos países, el problema mundial de las drogas, en especial el tráfico ilícito de drogas y los delitos correlacionados, constituyen un obstáculo mayor a la seguridad  y al desarrollo sostenible de los estados de la región.

Asimismo expresaron su preocupación por las nuevas tendencias y patrones registrados por el tráfico y consumo crecientes de drogas, así como por el alarmante crecimiento de otras actividades del crimen organizado.

Entre los considerando del documento final de la Cumbre los mandatarios mostraron su preocupación por la reducción de los recursos comprometidos en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas y resaltaron la necesidad de un mayor apoyo financiero de la comunidad internacional.

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