Hoy 
POR MANASES SEPULVEDA
El consorcio Duquesa, los ayuntamientos de la capital y del municipio Santo Domingo Norte y representantes de la comunidad, llegaron a un acuerdo donde se comprometen a no depositar residuos sólidos peligrosos a 225 metros lineales desde la zona de amortiguamiento, para que los niños no accesen al sitio en calidad de buzos.
El convenio se firmó luego que inspectores de la Secretaría de Trabajo realizaron un descenso en la comunidad de Duquesa, tras denuncias de que había niños dedicados a buscar objetos en áreas peligrosas del vertedero.
El acuerdo, firmado en presencia del procurador para la Defensa del Medio Ambiente, doctor David La Hoz, establece también que el Consorcio Duquesa representado por el ingeniero Nicolás Lorenzo, se compromete, en diez días, a cubrir la basura que se ha depositado cerca de la comunidad, en los últimos tres meses.
También se compromete a tapar con regularidad la nueva basura que se deposite en el vertedero en un período que no podrá exceder los siete días.
Asimismo, el Consorcio y los ayuntamientos señalados fumigarán cada 15 días el área del vertedero y se comprometen a coordinar y realizar operativos médicos cada tres meses en la comunidad de Duquesa.
El acuerdo expresa que Dev-Tech, institución de cooperación internacional, con el auspicio del departamento de trabajo de los Estados Unidos, de la Secretaría de Trabajo y de la Secretaría de Educación, se compromete a establecer la iniciativa educativa «Espacio para Crecer», consistente en salas de tareas para niños, niñas y adolescentes de la comunidad de Duquesa, para lo cual se tomará en cuenta la experiencia del caso Rafey de la ciudad de Santiago.
La base legal del convenio se basó en la ley 64-00 (Ley General de Medio Ambiente) y en la Norma Ambiental para la Gestión de Residuos Sólidos.
Por la comunidad de Duquesa, el acuerdo fue firmado por los señores Celenia María Pujols Roa y Juan Pablo Sánchez, el ingeniero Leopoldo Eugenio Michel Matos y el ingeniero Miguel Germosén, por el ayuntamiento Santo Domingo Norte y el reverendo Paolo Benvenuto, testigo.
