POR PEDRO GERMOSEN
Además del entendimiento, entre los resultados de la interpelación del secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Max Puig, por parte del Senado, quedó un acuerdo tácito para reformar la controvertida Ley Sectorial de Áreas Protegidas.
Durante su exposición ante los 24 senadores presentes, Puig fue reiterativo sobre la necesidad de enmendar la citada legislación, de manera transparente y pulcra, democrática y participativa.
Por su lado, el presidente de la comisión senatorial de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rubén Darío Cruz Ubiera (PLD-Hato Mayor), concluyó su exposición asumiendo la responsabilidad de hacer lo propio mediante el consenso más amplio posible.
Puig fue interpelado durante una sesión que empezó a las 3:45 y concluyó unas dos horas más tarde, durante la cual dijo que hubo un malentendido, ya que, sostuvo, al denunciar el intento de modificar la ley de Áreas Protegidas, jamás cuestionó la moral ni la honra de los senadores y diputados.
Dijo que se entiende que personas muy pobres de poblaciones ubicadas dentro o en los alrededores de zonas protegidas exploten recursos naturales que deben preservarse.
Tras señalar que no hay protección posible de la naturaleza si no se protege a los seres humanos, Puig cuestionó que sectores poderosos, nacionales y extranjeros, se aprovechen de cualquier modificación de la ley en provecho de sus intereses, pasándole por encima a la ley y a los compromisos contraídos por el país.
Expresó que al denunciar que había legisladores que pretendían reformar la ley, no incluyó, como se publicó, que esas acciones estaban encaminadas a beneficiar a determinados legisladores.
Señaló que sí dijo que hubo varias reuniones, lo cual admitió el senador Cruz Ubiera, pero reiteró que ni contra éste ni contra ningún otro congresista hizo señalamientos que cuestionaran la moral de éstos.
Manifestó que ha venido recibiendo informaciones acerca del interés de determinados grupos de propiciar la reforma de la ley 202-04, con el fin de segregar áreas protegidas, pasándolas, por esa vía, del dominio público al privado.
Dijo que en las dos reuniones de la comisión de Medio Ambiente del Senado, a las que hizo referencia, se discutió de manera expresa el tema de la exclusión de las áreas protegidas .
Puig expresó que su interpelación debe ser vista como parte del necesario proceso de consolidación institucional que ha venido construyendo el país durante los últimos años.
Expresó que no quiso poner en entredicho la integridad personal de ninguno de los congresistas y, de manera particular, la del senador Cruz Ubiera.
Dijo que la cartera que dirige hará todo lo que esté a su alcance para que la reforma de la ley de Áreas Protegidas sea el fruto de un proceso ampliamente democrático y participativo.
Expresó que al plantear que sus declaraciones fueron hechas de manera irresponsable, con la resolución aprobada para interpelarlo el Senado lo juzgaba por adelantado sin escucharlo.
Al agotar un turno, Cruz Ubiera dijo al principio que no se sentía satisfecho de la exposición del funcionario, aunque, posteriormente, dijo que haría un ejercicio de tolerancia, por lo que le tendía un ramo de olivo a Puig.
Reiteró que si alguna entidad o persona muestra una prueba de que él trataba de reformar la ley de Áreas Protegidas para beneficiarse, renunciaría de la curul.
El congresista pidió incluso a Puig que tuviera la fortaleza de retractarse y que señalara los nombres de los demás legisladores supuestamente involucrados en la trama y, particularmente, a los del opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD) que participaron en la aprobación de la ley 202-04, cosa que el funcionario no hizo, sino reiterar que nunca dijo que los congresistas iban a beneficiarse del proceso.
Cruz Ubiera señaló que inicialmente el senador Charly Mariotti (PLD-Monte Plata), así como el profesor Bolívar Troncoso, asesor honorífico del Senado en materia de medio ambiente, fueron los que lo impulsaron a tratar de corregir los defectos de la controvertida legislación.
Dijo que durante las reuniones en que participaron funcionarios de la secretaría de Medio Ambiente y del Instituto Cartográfico, sólo hubo averiguaciones, pero nunca ofertas.
Al intervenir, el senador Félix Nova (PLD-Monseñor Nouel) dijo que Puig dio muestra de humildad y que en la interpelación no hubo vencidos ni vencedores.
Mariotti agotó un turno para señalar que se sentía satisfecho con las explicaciones del titular de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
En tanto, el senador Jesús Vásquez Martínez (PRD-María Trinidad Sánchez), quien fuera presidente del Senado cuando la ley 202-04 fue aprobada, dijo que la misma, que pueda adolecer de errores técnicos, fue el fruto del consenso más amplio posible.
Vásquez Martínez leyó una carta que en la ocasión le remitieron varios prelados católicos en la que exponían la necesidad de que se explotaran áreas vecinas a pobladores paupérrimos, a fin de jalonar el progreso en esas zonas deprimidas.
Al finalizar la jornada, el presidente del hemiciclo, Reinaldo Pared Pérez, invitó a trabajar junto al Congreso a todos los sectores que deseen participar en la reforma de la ley 202-04 y, particularmente, citó a los partidos políticos, las iglesias y la sociedad civil.