En días recientes se dio finalización a la suspensión de servicios a los afiliados de la ARS/HUMANO por parte del Colegio Médico Dominicano (CMD), el Consejo Nacional de Sociedades Médicas Especializadas (CNSME) y la Asociación Nacional de Clínicas Privadas (ANDECLIP), al arribar a un acuerdo entre las partes.
El acuerdo fue que las ARS miembros de la Asociación de Administradoras de Riesgos de Salud (ADARS) se comprometieron con el CMD, el CNSME Y ANDECLIP a cumplir el acuerdo a que se llegó hace dos años (2017), ahora teniendo como garantes al ministro de Trabajo y al superintendente de Salud y Riesgo Laboral.
Entonces, quiere decir que hubo ya un incumplimiento por parte de ADARS, sobre lo que se acordó en aquel tiempo. ¿Y qué hace pensar que en esta ocasión van a cumplir? Esto nos lleva a revisar qué demandaban los médicos y clínicas a las administradoras de riesgos de salud, y qué han pactado de nuevo: Que a los médicos se les otorgue su código por parte de las ARS y puedan trabajar con los afiliados de la seguridad social en el Seguro Familiar de Salud; que haya una normativa sobre la glosa, de modo que no sea algo unilateral, a discreción de las ARS; cuando a un médico se le retire el código, por lo que las ARS llaman falta grave, esto vaya a una comisión para su revisión; ampliación y actualización del catálogo de prestaciones; revisión y mejoría de honorarios y tarifas profesionales.
Si miramos el acuerdo de manera superficial se pensaría que los demandantes obtuvieron lo que querían, pero si se analiza a más profundidad se encuentra lo siguiente en los diferentes puntos: La contratación de todos los médicos que trabajen en los centros contratados por las ARS, pero esto tiene una coletilla, parecida a las famosas letras chiquitas de los contratos, dice: “Esta decisión no implica la renuncia de los derechos debidamente establecidos en la Constitución de la república, las leyes vigentes, especialmente la ley 87-01”. Esta le da a las ARS la facultad para contratar a quien deseen de acuerdo a sus necesidades, en la conformación de sus redes de servicios. Que el código de las ARS sea homologado con el número de colegiatura de los médicos no creo que tenga mayores inconvenientes. Lo relativo al tema de las glosas por parte de las ARS, dicen que se elaboró un convenio consensuado, para tales fines, el cual se firmó. Es decir, es desconocido fuera de las partes. Sí conozco que SISALRIL elaboró una propuesta de reglamento para las glosas, que nunca llegó a feliz término. Cuando a un prestador la ARS le suspenda el código por una “falta grave”, se revisará el caso siempre que el afectado lo solicite por escrito, se sometería a una comisión de 4 miembros, uno del CMD otro del CNSME y dos ADARS. Es decir, desde ya ahí hay un tranque, dos a dos. No tiene solución. En lo relativo a la revisión y actualización del catálogo de prestaciones del PBS, se comprometen las partes a impulsarlo en el CNSS. Esto lo veo difícil a menos que se aumente la cápita a los afiliados, los que no tienen dolientes. Ahí murió eso, sobre todo por el momento electoral. Para la revisión y actualización de las tarifas y honorarios profesionales, aúnan voluntades para gestionar un aumento de la cápita ante el CNSS. Pero este punto tiene un llamado: “sin que afecte la sostenibilidad financiera de las instituciones”. Ese es el “gancho” para el cumplimiento.
Las partes acuerdan respaldar la propuesta de las autoridades para disminuir la evasión y elusión que amenazan la estabilidad financiera del sistema de la seguridad social, para sustentar el aumento de la cápita. ¿Quiénes evaden y eluden? El sector empresarial. Este tiene poder de veto en el CNSS. De modo que si entienden que cualquier propuesta lesiona sus intereses, no pasa.
No he querido desilusionar a un sector dentro de ese conflicto, solo planteo mi punto de vista.
Aquí el Ministerio de Trabajo y la Sisalril creo no pueden ser garantes, más bien testigos de lo que se firmó. ¡suerte!