Acuerdos bajo pronósticos reservados

Acuerdos bajo pronósticos reservados

Están sobre el tapete dos acuerdos relacionados con  nuestra economía – FMI y estrategia de desarrollo –  dentro una crisis internacional en medio de pronósticos reservados de ésta y los acuerdos mismos.

La crisis, por mantenerse latente con posibilidades de recrudecimiento debido al desempleo, desconfianza de consumidores y estancamiento de rehabilitaciones empresariales al consumirse los recursos insuflados por gobiernos.

Los acuerdos, por particularidades de ellos.

El del FMI contiene  aristas susceptibles de diversas interpretaciones derivadas de la multiplicidad de intereses envueltos y la cortesía propia del trato con gobiernos que son a la vez socios y clientes; lo cual se manifiesta en imprecisiones y ambivalencias en el contenido y lenguaje utilizado.

Con la estrategia de desarrollo se pretende dar cumplimiento en el marco de la Cumbre convocada a principios del presente a un mandato legal posiblemente constitucionalizado; puesto a cargo de la Secretaría de Economía que debe proponerla al Congreso concertadamente con organizaciones  políticas y sociales.

El FMI admite que la economía mundial “ha debilitado considerablemente la…dominicana”, que el crecimiento del producto ha estado “muy por debajo de su potencial” y que las reservas mantienen un “nivel relativamente bajo”; lo cual no parece admitido ni internalizado por autoridades que la han administrado entre negaciones, “blindajes”, forjando ilusiones y pregonando el paso “de lo peor”.  

Propone “inversión en proyectos de alto rendimiento social” y fortalecimiento de “redes de protección social”; aparentemente incompatibles con  “megaproyectos”, hospitales sin higiene, falta de pago a suplidores del desayuno escolar y a constructores.

Postula mejorar la administración tributaria y eliminar exenciones pero no precisa si eliminarían  productos exentos del ITBIS ni reducirían sus elevadas tasas sobre-cargantes de una tributación que reconoce debe “flexibilizarse”.

Plantea “impedimentos estructurales” del sector eléctrico al mismo tiempo que los refuerza al facilitar el pago a generadores de una energía carísima y al apoyar la desproporcionada concentración de esfuerzos en el cobro; pasando por alto que esos altos costos son los causantes de los subsidios que recomiendan eliminar.

Admite la “preferencia por alta liquidez de los bancos” que impide que “el crédito privado se recupere”, pero insinúa “el espacio limitado…para seguir reduciendo la tasa de interés” que frenaría  esta preferencia.

Menciona la “gestión de deuda” en los mercados locales, omitiendo referencia a la externa susceptible de renegociación.

Es necesario que el acuerdo con el FMI se despoje del pronóstico reservado derivados de estas imprecisiones y ambivalencias.

Y que la estrategia de desarrollo no se limite a la consulta que caracterizó la primera fase de la Cumbre, dando paso a un compromiso concertado entre gobernantes y gobernados.    

Publicaciones Relacionadas

Más leídas