MOSCU (AP) El presidente Vladimir Putin comparó ayer a sus detractores con chacales alimentados con fondos extranjeros, acusando a Occidente de inmiscuirse en la política rusa e insistiendo que los adversarios tanto nacionales como extranjeros desean debilitar al país.
Putin intenta fomentar una masiva participación en los comicios parlamentarios del 2 de diciembre y un enérgico respaldo a su partido Rusia Unida, que encabeza en esa consulta medida considerada una maniobra para retener el poder una vez que dimita el próximo año.
En un mitin al que asistieron miles de personas, Putin describió un sombrío panorama en la Rusia de la convulsionada década de 1990, y sugirió que sus detractores respaldados por Occidente están empeñados en volver a esos tiempos. Nuestros adversarios necesitan un estado débil y enfermo. Quieren una sociedad dividida a fin de ejecutar sus propósitos ocultos, insistió el mandatario.
Para mantener el actual rumbo político es necesaria una sólida mayoría de Rusia Unida en el parlamento, afirmó Putin.
Lamentablemente, hay gente dentro del país que se alimentan en las embajadas extranjeras como chacales y cuenta con el respaldo de los fondos y gobiernos extranjeros, y no de su propia gente, añadió Putin.
El mandatario es candidato a la Duma o Cámara de Diputados. Ahora, van a tomar las calles. Han aprendido de expertos occidentales y recibido algún entrenamiento en repúblicas vecinas (ex soviéticas). Y ahora van a montar provocaciones aquí, expresó en alusión a los levantamientos que llevaron al poder a gobernantes pro occidentales en Georgia y Ucrania.
Sin identificar a las naciones o partidos que estarían involucrados en sus aseveraciones, fustigó a los opositores liberales y comunistas al evocar la incertidumbre económica que prevaleció en Rusia después de la desaparición de la Unión Soviética en 1991. Si los opositores llegan al poder, dijo, volverán a engañar a todos.
Quieren volver a establecer un régimen oligárquico, basado en la corrupción y la mentira. La declaración al parecer se refirió a los mítines de la oposición planeados para este fin de semana en Moscú y San Petersburgo. La policía cargó en varias marchas y manifestaciones de la oposición y detuvo y golpeó a centenares de participantes.
La votación del 2 de diciembre determinará en gran medida la suerte del país. Sin excusa alguna, acudan a las urnas y voten por Rusia Unida, les exhortó el mandatario. Nada está predeterminado, insistió Putin.