Las maniobras que se le atribuyen a la señora Adalgisa Reyes Mota, denominada la zar de la estafa, iban desde la intermediación para obtención de becas, captación de dinero para inversiones, venta de vehículos, así como la mediación, a cambio de pago, para que personas fueran beneficiadas con ayuda de fundaciones.
Reyes Mota está acusada de estafar a más de 100 personas, a las que les recibía grandes cantidades de dinero para conseguirles becas para estudios universitarios y además ayudarlos a construir sus viviendas.
Ayer se presentaron a la Fiscalía del Distrito, decenas de personas que dicen fueron estafadas. Las historias son muy variadas.
Juan Puello de Jesús fue uno de esos. Dice conoció a la fémina porque su esposa se la presentó. Agregó que era reconocida por tener una empresa de préstamos y venta de vehículos que supuestamente eran subsidiados por el Gobierno.
En su caso, asegura que fue estafado con 900 mil pesos, 300 mil que invirtió y otros 600 en la compra de un vehículo que nunca vio.
Venezolanos dieron alerta. En un documento mostrado a la prensa, Puello da cuenta que el Departamento de Investigaciones de Crímenes y Delitos de la Propiedad ya estaba apoderado del caso, pero es hasta hace poco, cuando la mujer, que según los afectados se había desaparecido, vuelve a la luz, esta vez con la alerta de varios venezolanos que denunciaron fueron estafados.
Víctimas criticaron que solo hasta ahora las autoridades tomaran acción.
Otra de las denunciantes es Yesenia Sandoval. Conoció a Reyes Mota en la iglesia Adventista, en San Cristóbal, donde el esposo de esta última funge como pastor.
En su caso, Reyes Mota le dijo que le tramitaría con una fundación sin fines de lucro que le ayudaría a construir viviendas.

Detalló que la institución llegó, la evaluó y le otorgó un préstamo por 1.5 millones de pesos a un interés de un 6%, y sería entregado a medida que se fueran realizando los trabajos en la vivienda.

“Aquí tengo un cheque de 300 mil pesos por la segunda partida que ella me entregó, que nunca pude cambiar”, pero tiene el préstamo, indicó Sandoval.
Estafados eran de iglesias. Un gran público del que logró captar la mujer, pertenecía a iglesias adventistas, pues su esposo era pastor en varias de esa denominación, contó Sandoval.
Según cuenta Michael Franco, Reyes prometía que si invertía dinero con ella, mensualmente recibiría un retorno de un 20% de ganancias.
Los primeros cuatro meses se pagaron muy bien, dice el joven, luego desapareció y a través de un abogado convocó a sus clientes para decirles que no podía pagar porque un inversionista le quedó mal. Narró que esta decía que tenía influencias en el Gobierno.