SALCEDO. El principal sospechoso de la muerte del joven deportista Héctor Ramón Medina, ocurrida el pasado sábado 12 de mayo, se declaró hoy inocente de las acusaciones que fue objeto por parte del jefe de la Policía Nacional, mayor general José Armando Polanco Gómez, al mismo tiempo dijo temer por su vida ante la amenaza de los agentes policiales.

Juan Manuel Valentín García, mejor conocido como “Niño Virí”, pidió al jefe de la institución del orden, que presente las pruebas que dice tener en su contra, ya que el pasado viernes declaró en el programa radial “El Gobierno de la Tarde”, Valentín García era responsable de la muerte de Héctor Ramón.

Juan Manuel, dijo que no se corresponde con la verdad, las declaraciones de Polanco Gómez, y expresó que solo está tratando de confundir a la opinión pública, ya que el caso en el que se le trata de involucrar es un asunto político, que tiene en su contra el gobernante  Partido de la Liberación Dominicana (PLD), por este (“Niño Virí”) haberse pasado durante el tiempo de campaña, a apoyar las aspiraciones del ex presidente de la república, Hipólito Mejía.

Como ocurrieron los hechos, según “Niño Virí”.  De acuerdo a sus declaraciones, el pasado 12 de mayo él se encontraba en el “Centro Cervecero La Fría”, en el sector Los Mangos de esta ciudad, y fue cuando en el baño de dicho establecimiento, este se encontró con el joven asesinado, con quien habló el deporte de la pelota, que ambos practicaban, y que de esto según Virí, lo puede atestiguar un amigo en común llamado Cesar que andaba con Medina.

Dijo, que cuando ambos salieron del baño en donde coincidieron, se fue a sentar a su mesa y su amigo Héctor a la de él, cuando al lugar llegó otro amigo de ambos, llamado Ariel, quien se sentó junto a él.

Fue cuando tanto Ariel como él decidieron salir del lugar próximo a las 9 y 30 minutos de la noche, para trasladarse a otro lugar de diversión llamado “Ruddy Car Wash”.

Cuando iban llegando a la esquina formada por las calles Hermanas Mirabal con Buena Ventura Almánzar, Niño narró que dos unidades policiales lo mandaron a detener, pero que este al sentirse atemorizado porque había recibido la denuncia de que su vida corría peligro por su paso al PRD, emprendió la huida, fue cuando dos disparos lograron impactarlo, el primero en la parte superior del glúteo derecho y el segundo en el pies del mismo lado.

Al verse herido y advertir que las unidades policiales continuaban disparando, este se resguardó en uno de los callejones del barrio El Cementerio Viejo hasta esperar la llegada de su esposa, la señora Josefina Río, la cual de inmediato lo llevó hasta el consultorio de un medico de confianza.

Sin embargo, una hora más tarde fue cuando se vino a enterar que su compañero que lo acompañaba en un motor, Ariel Quezada, resultó herido en una pierna.

Dijo, que cuando pasó la tragedia en la que murió su amigo, Héctor, ya él se encontraba fuera de Salcedo y por lo tanto no pudo haber cometido dicho crimen, ya que esa noche no andaba armado, como señaló el Jefe de la Policía Nacional, Mayor General José Armando Polanco Gómez.