Tres presuntos sicarios denunciaron ayer en el Cuarto Tribunal Colegiado del Distrito Nacional que fueron torturados en la cárcel por las autoridades policiales, a la vez que se declararon inocentes de los crímenes que les atribuyen haber cometido atendiendo a órdenes y pago de José David Figueroa Agosto.
Gian Enrique Rojas Matos (Chico Raro), Ricardo Pérez Mateo y Wiston Rodríguez se proclamaron inocentes de los cargos que les imputan el asesinato de seis personas, entre ellas el coronel José Amado González González y el empresario Rubén Soto Hayet, propietario de la panadería La Francesa.
En la misma audiencia, el abogado de Rojas Matos, Carlos Moreno, al presentar sus conclusiones y rechazar que se solicite 30 años de prisión para su defendido, acusó a la Fiscalía de prevaricar las pruebas, al alegadamente manipular informes.
Moreno pidió a los jueces Pilar Rufino, Daira Medina y Daniel Nolasco anular y declarar ilegales los elementos probatorios establecidos mediante la investigación a los teléfonos celulares de Rojas Matos.
Criticó que a su defendido se le incautaran siete celulares, todos dados como pruebas y que apenas uno figure como analizado.
Ahí se prevaricó pruebas y lo vamos a demostrar, dijo Moreno, confiado de que si cae preso por la imputación al Ministerio Público, su amiga y compañera de estrado Manuela Ramírez, lo sacará de la cárcel. Moreno negó que en el celular incautado a Rojas Matos, donde la Fiscalía dice que hay fotografías de periódicos enviadas a Figueroa Agosto, se evidencie que tuviera comunicación con el condenado por lavado de activos Ivanovich Smester Ginebra.