MADRID (AFP).- El ex presidente del gobierno español, José Maria Aznar, hizo pagar a través del ministerio de Asuntos Exteriores, dos millones de dólares a un despacho de abogados para obtener la medalla de oro del Congreso norteamericano, reveló este jueves la radio privada Cadena Ser, desmentida por miembros del gobierno anterior.

 Según la radio, perteneciente al grupo Prisa, próxima a los socialistas, el ministerio firmó un contrato con el despacho norteamericano de abogados Piper Rudnick, tres meses antes de las elecciones generales del 14 de marzo, finalmente perdidas por el gobierno conservador de Aznar, uno de los más fervientes valedores de la política norteamericana en Irak del presidente Georges W. Bush.

Aznar aún no obtuvo la medalla del Congreso que el primer ministro británico Tony Blair tuvo el año pasado. El proceso está en sus inicios en el Congreso norteamericano y aún no fue fijada la fecha para su aprobación final.

Según la radio, el despacho de abogados tuvo la misión de obtener firmas de congresistas (senadores y representantes) para la propuesta de entrega de medalla a José María Aznar.

Asimismo redactó, en nombre del embajador de España en Washington, una carta destinada a los congresistas norteamericanos describiendo «los éxitos del presidente Aznar durante sus ocho años de poder», añadió la emisora.

El ex secretario de Estado de Asuntos Exteriores español, Gil Casares declaró este jueves por la tarde que un contrato había sido firmado por el gobierno de Aznar con un «lobby». Este contrato es «perfectamente legal y habitual» y tiene un «carácter general» y no hace referencia a acciones particulares, como la entrega de la medalla del Congreso a Aznar, dijo.

«El contrato no fue firmado por el presidente Aznar y su duración es de tres años», precisó.

La ex ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, también confirmó la existencia de ese contrato firmado en enero pasado, si bien subrayó «que hay al menos 70 países representados en Wasington que acuerdan contratos similares».

Asimismo añadió que el embajador de España le había dicho que tenía dificultades para su actividad en Estados Unidos por la ausencia de un contrato con una sociedad de abogados.

 «El objeto del contrato es ayudar a defender los intereses comerciales, culturales y diplomáticos» de España, concluyó.