WASHINGTON (EFE).- El jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, advirtió ayer de que es «razonable» prever un aumento de la violencia en Irak coincidiendo con el proceso constitucional y electoral en el país y acusó a Irán de facilitar armas a los insurgentes iraquíes.

«Es cierto que armas procedentes de Irán, clara e inequívocamente, han sido encontradas en Irak», declaró Rumsfeld en una rueda de prensa con el jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, el general Richard Myers.

Rumsfeld reconoció que es imposible decir cuántas de esas armas han pasado a territorio iraquí, entre otras razones, por el gran tamaño de la frontera entre los dos países, pero lo que sí está claro, añadió, es que «no ayuda a los iraníes el hecho de que permitan que armas de ese tipo crucen la frontera».

«Es un problema para el gobierno iraquí. Es un problema para la fuerzas de la coalición. Es un problema para la comunidad internacional y, en última instancia, es un problema para Irán», añadió el jefe del Pentágono.

Rumsfeld dijo no poder precisar la procedencia de esas armas, es decir, si son facilitadas por grupos terroristas o por el propio gobierno iraní.

«No se sabe quién las introdujo (en Irak) o quién facilitó su introducción. Lo que se sabe es que los iraníes no frenaron su entrada», añadió.

Esas armas están siendo utilizadas por los insurgentes iraquíes para una nueva oleada de ataques contra las fuerzas de la coalición que el jefe del Pentágono atribuye a la proximidad del plazo fijado para la presentación del borrador de la Constitución iraquí, el próximo día 15.

«En menos de una semana, se espera que representantes de todas las facciones étnicas del país hayan completado la redacción de la nueva constitución», recordó Rumsfeld, quien puntualizó que «es importante que mantengan su calendario».

La razón fundamental, añadió, es que la nueva Constitución iraquí «podría convertirse en una de las armas más poderosas contra los terroristas» y ellos lo perciben, de ahí que estén decididos a frenar el proceso «con el terror y la intimidación».

A medida que se avanza en el proceso político, con el referéndum constitucional del 15 de octubre y las elecciones de diciembre como metas más importantes, «es razonable esperar que la violencia pueda volver a incrementarse durante un tiempo», precisó.

De ser así, Rumsfeld insistió en que no deberían sacarse conclusiones erróneas ni debería considerarse la violencia como un indicador o medidor preciso del futuro y la capacidad del enemigo.

Los rebeldes iraquíes «no tienen visión» y «no tienen futuro», aseguró el responsable de Defensa, quien llegó incluso a compararlos con las tropas nazis en sus últimos momentos, cuando actuaban de forma desesperada e indiscriminada.

El proceso político en Irak está siguiendo su curso y debe continuar siendo así, según Rumsfeld y Myers, quienes dejaron claro que EEUU no se irá del país árabe hasta que haya ganado la batalla a los terroristas y las fuerzas iraquíes puedan hacerse cargo de la seguridad del país.

El secretario de Defensa fue contundente cuando le preguntaron sobre las declaraciones de algunos cargos del Gobierno y de su propio Departamento sobre un eventual inicio de la retirada de tropas el año que viene.

«No ha cambiado nada», dijo Rumsfeld, quien recordó que tanto él como el presidente George W. Bush o el general Myers dijeron desde el principio cuáles eran las condiciones para que las tropas estadounidenses pudiesen volver a casa.

Actualmente, añadió, se está haciendo un esfuerzo mayor para entrenar y equipar a las fuerzas de seguridad iraquíes y para trasladarles de forma creciente la responsabilidad de la seguridad.

«Eso lleva tiempo, está yendo bien y estamos contentos con los progresos», pero hay que tener en cuenta una serie de condiciones o variables para considerar eventuales retiradas, agregó.

Y, como ejemplo, Rumsfeld se preguntó si Irán y Siria, países que consideró las únicas excepciones que no quieren la estabilidad en la región, van a colaborar para que mejore la situación en Irak.