LOS ÁNGELES.- Luego de que los estudios Paramount decidieran no renovar el contrato al astro de Hollywood, Tom Cruise, entre ambas partes estalló una verdadera “guerra de las palabras”, informó la agencia de noticias DPA.

Sumner Redstone, el presidente de Viacom, a la que pertenece Paramount, acusó a Cruise de haber cometido “suicidio creativo”, debido a sus lamentables apariciones en público en los últimos meses.

Bert Fields, abogado del actor, replicó en declaraciones que publicó The New York Times: “Que un magnate como Sumner Redstone haga una declaración como esa, tan maliciosa, tan arrogante, tan terca (…) dice más sobre Sumner Redstone y Viacom que sobre Tom Cruise”.

Los comentarios son “repelentes”, añadió.

La socia de Cruise, Paula Wagner, señaló que Cruise recibiría posiblemente unos 100 millones de dólares de fondos de cobertura para rodar películas por su propia cuenta.

Sin embargo, el abogado Fields no sabe nada de esos planes: “Creo que son sólo habladurías”.

Viacom, en tanto, también defendió su decisión.

“Tom Cruise se volvió loco”, dijo el miembro de la comisión directiva, Alan C. Greenberg. Por eso, agregó, Redstone actuó correctamente.

La última película de Cruise, “Mission: impossible III”, ingresó claramente menos de lo esperado en taquilla, se argumenta.

El consorcio lo atribuye, entre otras cosas, al hecho de que el actor criticó a la actriz Brooke Shields por haber tomado sicofármacos para combatir una depresión posparto.

Eso indignó a muchas mujeres, afirman los directivos.

Además, su defensa radical de la controvertida Iglesia de la cienciología, a la que pertenece, cayó mal a una gran parte del público.

Según algunos expertos cinematográficos, también la edad del actor tiene un papel en esta evolución.

Dado que ya perdió su encanto juvenil, su comportamiento desbordado llama más la atención, señalan.