Acusan al gobierno de Canadá de corrupto

Acusan al gobierno de Canadá de corrupto

MONTREAL (AFP).- El gobierno minoritario del Primer ministro canadiense Paul Martin sobrevivió a las últimas revelaciones del escándalo por corrupción en su partido, en un respiro dado por la oposición, que al parecer se propone derribarlo en pocas semanas para habilitar elecciones en junio.

«Fiebre electoral», titula el National Post, «Hacia un escrutinio en junio», asegura Le Soleil de Quebec el miércoles, mientras que el Globe and Mail habla de «elecciones en primavera».

Las sedes electorales de los partidos ya están alquiladas, los autobuses de campaña están reservados y los afiches está listos para ser impresos: los días del gobierno de Martin parecen estar contados.

La decisión de la oposición de no presentar una moción de censura esta semana no fue más que un respiro para los liberales en el poder, que cayeron a los niveles más bajos en las encuestas, por los efectos del «escándalo de comanditas», el caso de desvíos de fondos públicos hacia agencias de publicidad, que amarga la vida política canadiense hace ya tres años.

Esos desvíos, que son objeto de una comisión de investigación presidida por el juez John Gomery y ya provocaron varias acusaciones, fueron hechos en beneficio de una campaña de publicidad federal por Canadá, luego del fracaso en el referéndum de 1995 sobre la independencia de Quebec, en el que poco faltó para que los residentes de esta provincia francófona decidieran separarse de Canadá.

Estas campañas publicitarias federales sirvieron sobre todo para pagar a los amigos del Partido Liberal, que recibieron cerca de 100 millones de dólares canadienses (82 millones USD) y luego revirtieron gran parte de los fondos al Partido.

El escándalo se reavivó la semana pasada con el testimonio de un testigo clave que describió un coordinado sistema de financiamiento oculto del Partido Liberal hasta 2002.

Los hechos del escándalo datan de antes de la llegada al poder de Paul Martin en diciembre de 2003 y se remontan a su predecesor Jean Chretien.

A pesar de ser Paul Martin quien instauró la comisión de investigación, su gobierno resultó sancionado en las elecciones de junio pasado, cuando quedaron condenados a gobernar sin mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes después de 10 años en el poder, frente a los dos movimientos principales de la oposición: los conservadores y los independentistas quebequenses.

Hoy, después de casi 12 años de reinado liberal, los conservadores parecen tener una oportunidad de tomar el poder.

Liderados desde hace un año por Stephen Harper, el Partido Conservador echa raíces en el oeste tradicionalista. En tanto, para competir en Ottawa deberá conquistar el bastión liberal de Ontario en el este del país, la provincia más poblada, que cuenta con un tercio de los escaños en la Cámara de los Comunes.

Según las encuestas, la gran mayoría de los canadienses son renuentes a la idea de volver ya a las urnas, pero Harper dio a entender que seguramente no esperará la publicación en noviembre de las conclusiones de la comisión investigadora.

«Los canadienses no necesitan sacar conclusiones como debe hacerlo el juez Gomery», añadió.

 

 

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