ROMA. Una corte acusó ayer al ex premier Silvio Berlusconi y sus abogados de alterar pruebas al sobornar a testigos en un juicio relacionado con sus célebres fiestas “bunga bunga” y envió la documentación a los fiscales para que investiguen la posible corrupción de un proceso judicial.
La corte presume que Berlusconi pagó a las jóvenes que acudían a sus fiestas para que minimizaran la naturaleza sexual de esas veladas. Los jueces sostienen que lo hizo porque estaba bajo proceso judicial acusado de tener relaciones con una prostituta menor de edad.
Citando declaraciones y conversaciones telefónicas grabadas, la corte de Milán dijo que Berlusconi convocó a varios jóvenes a una reunión con sus abogados en su mansión en Milán, después que la policía allanó los domicilios de las mujeres como parte de la investigación. A partir de entonces, según los jueces, las mujeres empezaron a recibir 2,500 euros por mes, y negaron en el juicio que las fiestas tuvieran un componente sexual.