MONTE CRISTI.- Un guardacostas de la Marina de Guerra apresó ayer a 44 haitianos tres horas después de que seis pescadores dominicanos fueran atracados, amordazados y despojados de nueve embarcaciones equipadas para la pesca. Entretanto, el obispo de la diócesis Mao-Monte Cristi, Tomás Abreu Herrera, pidió a los dominicanos que no tomen venganza frente a hechos horrendos cometidos por haitianos porque es a la justicia a quien corresponde llevar a juicio a los delincuentes.

Sobre el robo de las embarcaciones, el procurador de Medio Ambiente, Ramón Madera Arias, dijo que entre los haitianos también se llevaron cuatro motores fuera de borda.

Entre los haitianos detenido figura Trakley Pié, quien fue dejado preso ya que, según los pescadores era el jefe de la banda de asaltantes que además se le atribuyen la comisión de daños a la flora y la fauna

Dijo que los miembros de la Marina de Guerra que apresaron al grupo estaban encabezados por el capitán de navío Manuel Elías Rodríguez Medina y realizaron un operativo de cuatro días en Punta Presidente, Punta Luna y los cayos Siete Hermanos por informaciones de depredación de parte de los haitianos.

MONSEÑOR ABREU

El prelado dijo que es deplorable que haitianos hayan participado en el crimen de la comerciante Maritza Núñez y provocado heridas a su esposo en Hatillo Palma, pero ello no justifica que los dominicanos se aparten de la ley para perseguir y atropellar a los demás haitianos de la región.

«Quiero hacer un llamado a los dominicanos para que no nos dejemos llevar por esas provocaciones, por esos actos delincuenciales, aunque sean horrendos como el que sucedió en Hatillo Palma”, dijo monseñor Abreu.

Agregó que en el país “hay justicia y autoridades encargadas del orden público que pueden apresar a esos delincuentes y someterlos a juicio, pero no dejarnos arrastrar por esos casos», dijo el dignatario católico.

 «Creo que esto es muy serio y hay que pedir a la población dominicana que jamás debe tomar la justicia por sus propias manos, porque vivimos en un país civilizado y hay que proceder de acuerdo con nuestra condición de respetuosos de la dignidad de las personas, independientemente de su idioma o el color de su piel» indicó.

El obispo de la Diócesis Mao-Monte Cristi indicó que estos actos pueden deteriorar la paz social en que viven las localidades que se ven envueltas en estos hechos, por lo que pidió a las autoridades que establezcan un mayor control migratorio, porque todos los países tienen leyes migratorias y se acepta en ellos a quienes se puedan tener en su territorio. «Aquí hay que poner coto a una inmigración que en realidad puede crear problemas como ese, fruto quizás de situaciones muy difíciles y sin embargo el país podría quizás evitarse eso, con mayor control», indicó.

La señora Núñez, de 31 años, fue asesinada el lunes por un grupo de haitianos que intentó asaltar un colmado de su propiedad y provocó heridas a su esposo, Domingo Antonio Luna, de 30. Pocas horas después se inició una persecución masiva contra haitianos por parte de dominicanos que hizo huir a centenares de haitianos junto a sus familiares, dejando atrás sus escasas pertenencias, que en la mayoría de los casos fueron incendiadas.

Hasta ayer cientos de haitianos tuvieron que abandonar Hatillo Palma, algunos fueron repatriados, mientras que otros fueron repatriados por las autoridades.

OTROS INCIDENTES CON HAITIANOS

Tras reiterar que el gobierno debe establecer controles migratorios para evitar nuevos incidentes en la región, monseñor Abreu Herrera citó otros incidentes entre haitianos y dominicanos.

El prelado recordó que en el municipio de Monción la comunidad también se levantó por un asesinato de un comerciante de parte de haitianos quienes cometieron el hecho para robar, al punto que el Ejército tuvo que sacar a todos los haitianos de allí ante el peligro que corrían por las multitudes enardecidas por un crimen horrendo.

Además, citó que en Dajabón un cuatrero reincidente robando ganado fue asesinado por los residentes de la zona.

Mientras, en la localidad de Gozuela, perteneciente a Monte Cristi, un grupo armado de haitianos se llevó siete motocicletas y se querían llevar a los motoconchistas.

Citó además, los incidentes de Hatillo Palma como el detonante de las confrontaciones entre dominicanos y haitianos que puede poner en peligro la estabilidad diplomática de ambos países.

El obispo de Mao-Monte Cristi dijo que esto es sumamente grave y debe ser tratado como tal por las autoridades nacionales.