Acusan mediador privado de interrumpir liberación rehenes

Acusan mediador privado de interrumpir liberación rehenes

París (EFE).- En medio de una gran confusión sobre la suerte de los dos periodistas franceses secuestrados en Irak, la misión privada de liberación dirigida por un diputado conservador pierde crédito, mientras París le acusa de haber entorpecido la labor negociadora emprendida por la diplomacia oficial.

   El presidente galo, Jacques Chirac, mostró su «inquietud» por la iniciativa del diputado Didier Julia, pero fue el ministro de Exteriores, Michel Barnier, el que le acusó de haber causado la «interrupción» de los «progresos» logrados para la liberación de Christian Chesnot y Georges Malbrunot, secuestrados desde el pasado 20 de agosto en Irak.

   Julia afirmó el viernes desde Damasco que la liberación de los dos periodistas estaba «próxima», horas antes de verse obligado a rectificar, poniendo como excusa un ataque estadounidense que había impedido el buen desarrollo de la operación.

   El Ejército de Estados Unidos no confirmó la coartada del diputado y París le resta crédito.

   Diversas emisoras de radio francesas afirman hoy que el colaborador de Julia, Philippe Brett, mintió la víspera cuando afirmó en conversación telefónica estar junto a Chesnot y Malbrunot.

   Según estos medios, que citan a los servicios secretos iraquíes y sirios, Brett abandonó Irak en solitario la noche del pasado jueves, por lo que no podía estar el viernes en el país con los dos secuestrados.

   La afirmación del colaborador de Julia había permitido al diputado asegurar que la liberación de los rehenes estaba próxima.

   Ahora todas las miradas se dirigen a Julia, que ha logrado enervar a la diplomacia francesa y al jefe del Estado, que le ha acusado de haber emprendido «una injerencia en un proceso delicado» que «no parece dar resultados positivos».

   Más duro ha sido Barnier, que, desde Roma, donde participa en una reunión con sus colegas de España, Italia y Portugal, le acusó de molestar los trabajos de la diplomacia francesa.

   El ministro aseguró que Francia tenía «un contacto fiable pero indirecto» con los secuestradores desde el pasado día 18, lo que les permitió «obtener la prueba de que los rehenes estaban vivos y eran bien tratados».

   En ese momento se «activó el proceso para su liberación», según Barnier, que señaló que «fue interrumpido el día 28 por las gestiones paralelas Emprendidas por el señor Julia».

   El diputado conservador, que tiene previsto regresar mañana,. domingo, a París procedente de Damasco, afirmó hoy desconocer el paradero de su colaborador Brett, así como de los dos periodistas rehenes.

   Los medios franceses se preguntan por las motivaciones que han llevado a este diputado de 70 años a emprender esa misión y cómo la ha financiado.

   Según publican hoy los diarios «Le Monde» y «Libération», fue el presidente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, quien abría prestado el avión a Julia para viajar a Damasco.

   «Le Monde» señala que Brett habría tenido un papel importante en la venta de armas a Costa de Marfil, un comercio muy importante en un país en guerra civil.

   Julia siempre ha dicho que su intención es aprovechar sus buenos contactos en la región para colaborar en la liberación de los periodistas, ya que, dijo, la diplomacia gala «está en las nubes».

   El diputado, del ala más conservadora de su partido, es considerado como un próximo del partido Baas del ex dictador iraquí Sadam Husein y, se considera amigo del antiguo hombre fuerte del régimen Tarek Aziz, al que decía conocer desde 1957.

   Julia viajó a Bagdad en septiembre de 2002, una visita que no gustó a la diplomacia francesa pero que el diputado repitió en febrero de 2003 justo antes de que Estados Unidos comenzara la guerra de Irak.

   Brett, por su parte, preside una asociación que militó a favor del levantamiento del embargo impuesto a Irak tras la primera guerra del golfo.

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