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NUEVA YORK (AFP).- La organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) acusa al nuevo ministro iraní del Interior de estar implicado en posibles crímenes contra la humanidad, como resultado de la muerte de miles de presos políticos.
HRW detalla, en un reporte publicado el miércoles, las acusaciones creíbles según las cuales los ministros del Interior Mostafa Pour-Mohammadi y de Inteligencia Gholan Hossein Mohseni Ejeie tomaron parte en graves violaciones de los derechos humanos en el curso de los últimos 20 años.
Es inaceptable que hombres con un pasado tal puedan ser parte del gobierno de Irán, considera Joe Stork, responsable de la sección del Medio Oriente de Human Rights Watch, una ONG con sede en Nueva York. Ellos deberían ser retirados de sus funciones y debería abrírseles una investigación.
Mostafa Pour-Mohammadi fue un alto responsable del ministerio de Inteligencia entre 1987 y 1999, periodo durante el cual, dice HRW, los agentes del ministerio estuvieron regularmente implicados en la muerte de personalidades de la oposición o de intelectuales.
Pour-Mohammadi, director de operaciones de inteligencia en el extranjero de 1990 a 1999, fue acusado de haber participado en la orquestación del asesinato de decenas de figuras de la oposición fuera del teritorio iraní, agrega HRW.
Este alto funcionario fue también miembro del comité que en 1988 ordenó la ejecución sumaria de presos políticos en la cárcel de Evin en Teherán. Según Human Rights Watch, esas ejecuciones pueden ser consideradas como crímen contra la humanidad ante el derecho internacional. En cuanto a Ejeie, una investigación debería abrirse, según HRW, referente a su posible implicación en el secuestro y muerte del disidente Pirouz Davani en 1998.
Como Procurador General del Tribunal Especial para el clero, Ejeie también presidió las persecuciones de religiosos reformistas y fue actor clave en la represión de la prensa, añade la ONG.
Considerando que el actual gobierno iraní está ampliamente dominado por antiguos responsables de la seguridad y la inteligencia, HRW teme éste no dude en recurrir a la violencia para acallar a la disidencia.
