POR ODALIS MEJÍA
Decenas de conductores de vehículos privados han optado por cambiar el uso de gasolina por gas licuado de petróleo (GLP), por lo que los talleres especializados no dan abasto para la demanda, luego de los constantes incrementos de los combustibles.

En una visita a talleres en la capital se observó que en muchos, incluso se habían acabado los tanques de depósito para el gas como el es caso de talleres Lovato de la calle Peña Batlle de Villa Juana, donde el pasado jueves habían llegado 600 cilindros para vehículos y ayer sábado ya se habían agotado.

Se observó que entre los vehículos que más se les cambiaba el sistema de gasolina estaban las jeepetas que tienen un alto consumo, e incluso vehículos del año.

Un galón de gas subsidiado cuesta RD$37.19 mientras que el galón de gasolina regular vale RD$127.60. Esa diferencia significativa de precio ha conllevado el cambio. Además técnicos automotrices aseguran que el rendimiento del gas con relación a la gasolina es de apenas un 10 por ciento menos, aproximadamente.

Según algunos técnicos automotrices un galón de gas representa unos 35 kilómetros para vehículos de alto consumo.

Jesús Crespo, vendedor de provisiones al interior del país y propietario de una Daihatsu-Terios del 2000, afirmó que hasta la semana gastaba alrededor de RD$4,000 de combustible, y aunque la compañía para la que trabaja le entregaba una asignación para tal gasto, esta no le era suficiente, por lo que decidió cambiar al sistema de gas.

Leandro Toledano es un corredor de seguro que afirma gastaba RD$3,500 a la semana, sólo desplazándose en la ciudad capital y la provincia Santo Domingo. «Sencillamente no aguantaba más la situación, yo tenía que poner de mis ganancias para la gasolina», expresó.

Crespo y Toledano fueron entrevistados mientras sustituían sus tanques de gasolina por los de gas propano en el taller Rodalgas de la calle Osvaldo García de la Concha, de Villa Juana. El costo de la instalación era de RD$13,000.

Allí según el encargado del taller, Octavio Acevedo, afirmó que la demanda no ha cesado en los últimos días. Explica que el incremento de los precios de la gasolina ha llevado a que muchos conductores le hayan perdido el miedo a las instalaciones de gas.

Informó que los sistemas de gas tienen un año de garantía, y que el peligro que representa es como cualquier tipo de instalación que se exponga a riesgos.

En tanto Mauricio Montás, un empleado de la Cámara de Diputados y propietario de un Honda-Accord del 1987, dijo que tuvo que buscar un préstamo para cambiar al uso de gas porque gastaba alrededor de RD$1,000 cada semana.

Luego de andar varios talleres, Montás consiguió hacer la transferencia de sistema en Leo Gas, de Villa Juana, donde le costaría RD$12,500 con el tanque inclusive.

Las instalaciones con el cilindro incluido cuestan desde RD$5,000 hasta RD$20,000 de acuerdo al consumo de combustible del vehículo, según explicó, Edwin Manuel Montes de Oca de talleres de Lovato.

En este centro automotriz ayer las operaciones estaban reducidas luego que se acabaran los 600 tanques importados desde Italia que trajeran el pasado jueves, según Montes de Oca, quien dijo que ese taller vende cilindros a otros negocios de todo el país.

Para el lunes ya tienen programado importar más cilindros por vía área para que lleguen más rápido ya que la demanda en el taller es muy amplia y llega hasta 50 vehículos por día, aseguró.

Dijo que al negocio acuden propietarios con vehículos hasta del 2005. «Ayer no dábamos abasto hasta al punto que no quedamos sin provisiones y por eso hoy no tenemos tanques para trabajar», apuntó.

Mercedes Castillo es una vendedora de cosméticos que además transporta estudiantes a escuelas en su carro Honda del año 92. Dice que gastaba más de RD$2,000 a la semana en gasolina. «Estaba trabajando para estar cansada y tengo que hacer esto porque no tengo salida, le tengo miedo al gas en el vehículo, ¿pero cómo me hago?», narraba mientras diligenciaba el cambio en Leo Gas de Villa Juana.

Castillo había visitado varios talleres de la capital en busca de un precio más cómodo para cambiar las instalaciones de gasolina, y según cuenta, todos los centros estaban abarrotados de conductores privados en busca del servicio.