Fortalecimiento e independencia de la Justicia son indispensables
La lucha por el adecentamiento del país es una de las principales tareas que se ha impuesto el Gobierno presidido por el licenciado Luis Abinader y para ello, se hace indispensable, el fortalecimiento e independencia de la Justicia como elemento normativo de la vida en sociedad.
Es una tarea que resulta cuesta arriba en un país acostumbrado por tantos años a la influencia desmedida en todas las actividades de la sociedad, de los señores que ostentan el poder militar o civil, quienes se han considerado siempre por encima del bien y del mal, es decir, señores de horca y cuchillo.
Por ello resulta extraño, chocante y hasta temerario, que un estamento tan importante como el militar sea cuestionado en su accionar y hasta sometidos a la justicia quienes desde posiciones de alto mando utilizan su influencia y poder para enriquecerse ilícitamente ante la mirada indiferente de quienes tienen el deber de velar por el uso correcto de los fondos del Estado.
Todavía retumba en la conciencia ética del país la expresión del extinto presidente Joaquín Balaguer, quien se atrevió a proclamar que la corrupción se detenía en la puerta de su despacho como si con esto pudiera lavarse las manos de la responsabilidad de velar por el pulcro manejo de la administración pública.
Luis Abinader y el equipo de la Procuraduría General de la República han aceptado el reto y en contraposición surgieron amenazas contra sus miembros, empezando con su aguerrida procuradora adjunta Yeni Berenice Reynoso, contra quien se ha descubierto un plan de asesinato que se investiga y que debe llegar hasta el apresamiento y castigo aleccionador de sus autores.