Adelante con la humanización

Adelante con la humanización

Los presos, eufemísticamente descritos ahora con mejores palabras, no deben continuar almacenados como seres sin dignidad. El encierro en hacinamientos que agudizan contactos para la transmisión de enfermedades y fricciones entre individualidades exacerbadas por sus forzosas condiciones resulta muy llanamente una violación en masa de los derechos del ser humano por obra del Estado, aun de aquellos ya convictos o peor aun si el estatus es de preventivos que llenan celdas inmundas. A buen paso va ahora el esfuerzo oficial para colocar el sistema penitenciario en ámbitos de amplitud, higiene y orden: una marcha hacia el trato civilizado que solo daba a entender, de espalda a realidades, el nuevo vocabulario con el que estas mismas autoridades describen al régimen de reclusión.

Amigables vocablos para referirse a unos «señores internos», en unos «centros de corrección de conductas». Cualquier ojeada a cárceles brutales denuncia como engañoso ese lenguaje. La población en castigo ha crecido en todo el mundo y República Dominicana no se ha quedado atrás. Donde antes solo cabían dos mil personas aparecerían ocho mil. Habría que avanzar en dos direcciones para salir de esos crueles recodos: rehabilitar recintos y propiciar la agilización de expedientes. La denegación es injusticia agravada por la debilidad de un sistema que genera reincidencias con excarcelaciones injustificadas.

Ansiadas metas de Los Alcarrizos

En el contexto con que ha crecido poblacionalmente con problemas urbanos de magnitud, lo que más apremia al ayuntamiento de Los Alcarrizos es emprender acciones conjuntas con organismos del Estado. Está enclavado en complicaciones de tránsito, hacinamiento de la actividad comercial y precariedades habitacionales. Allí los problemas desafían al Gobierno local lo mismo que al nacional.

Se necesitan recursos que sobrepasan las pobres arcas edilicias de cualquier cabildo y las soluciones en materia de transporte y de servicios públicos a una comunidad de excepcional densidad desbordan la capacidad de la alcaldía. En cada parte muy poblada del país, como Los Alcarrizos, el desempleo es alto y su falta de ordenamiento territorial resta posibilidad a un soñado desarrollo industrial para los moradores.

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