Los Ángeles. Adele arrasó este domingo en todas las categorías en las que estuvo nominada en los Grammy, pero le costó creérselo. En sus emocionados discursos insistió siempre en que su ídolo Beyoncé lo merecía más.
En una noche en las que el condimento anti-Donald Trump fue una constante, más pudieron las baladas de despecho de la británica que el discurso osado, crítico y político de Beyoncé, que una vez más se quedó sin ganar el álbum del año.
Adele por su parte ganó las tres principales categorías (álbum, canción y grabación) por segunda vez, luego de arrasar en 2012. Es la única artista en lograrlo y suma en total 15 estatuillas.
«No puedo aceptar este premio (…), mi vida es Beyoncé y su álbum para mí, ‘Lemonade’, fue monumental y un apoyo para el alma, pudimos ver otro lado de ti que no siempre nos dejaste ver y te lo agradecemos», le dijo a la diva del pop al recibir el gramófono por su disco «25» en la categoría más prestigiosa del premio.
«Lemonade» es de hecho el disco más osado de la carrera de Beyoncé, en el que se enfocó en las dificultades y la resistencia de las mujeres negras, cantándole a su poder de superar a un padre duro, un marido lujurioso y una larga historia de persecución.