Organizaciones de la Alianza por el Derecho a la Salud (Adesa) protestaron ayer en el parqueo de la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia por las deficiencias de los hospitales y la negligencia del Gobierno debido a las muertes en el pasado año de 2,835 niños y de 188 embarazadas y parturientas.
Gabino Hernández, vocero de Adesa, calificó de grave, doloroso e intolerante de que en un año hubo un incremento de la mortalidad infantil de un 9% y de la materna un 11%, colocando al país en el segundo peor índice de salud materno-infantil de América Latina y el Caribe.
“Datos del Ministerio de Salud Pública consignan que en el 2017 murieron 2,835 niños y niñas, 270 más que en el 2016 cuando se reportó el fallecimiento de 2,565 infantes, el 80% neonatos con menos de 28 días de nacidos”, detalló Hernández.
Explicó que esas muertes abarcan la desnutrición, la pobreza, pero en gran medida la baja inversión del Estado en salud y al creciente deterioro en los servicios hospitalarios, así como la ausencia de Unidades de Atención Primarias en barrios y campos.
Hernández pidió a la población apoyar la marcha que harán el próximo domingo, en el parque Enriquillo del Distrito Nacional a las 10:00 de la mañana para exigir que “la salud sea atendida”.