El pensamiento dramático es un fenómeno que especialistas de la conducta estudian para entender a las personas que esperan los peores resultados de las cosas
Seguramente conozcas a algún familiar, amigo, colega, o vecino a quien basta con preguntarle ¿cómo estás?, para que un rosario de quejas comience a ocupar todas sus respuestas. Regularmente, a estas personas se les suele llamar dramáticas.
Y efectivamente, es un fenómeno en auge, aunque siempre ha existido, ahora se está estudiando con mayor empeño por especialistas de la conducta humana, quienes han llegado a la conclusión de que son personas “adictas al drama”.
Se caracterizan por la necesidad de protagonismo. El psicólogo estadounidense Scott Lyons, especialista en el tema, advirtió que estos síntomas se exacerban con las redes sociales. Y tiene serias consecuencias en la salud mental.
Además de todos los efectos negativos que se le adjudican, según el psicólogo, experto en terapia de trauma, las redes sociales están creando una legión de adictos al drama, que afectan tanto a usuarios como a medios de comunicación, en una escalada por conseguir su atención.
Una mirada a las personalidades dramáticas puede ayudarnos a entender a las reinas (o los reyes) y su comportamiento histriónico de personalidad.
Sobre el tema, Scott Lyons escribió el libro “Addicted to Drama: Healing Dependency on Crisis and Chaos in Yourself and Others” (Adicto al drama: Sanando la dependencia de la crisis y el caos en uno mismo y en los demás) disponible en Kindle donde enumera las señales que delatan a ‘las reinas o reyes del drama’.
Los siete síntomas de los adictos al drama, según el autor:
1. Todo es urgente
Cuando no hay urgencia, los adictos al drama sienten que algo anda mal. Entonces, para reforzarla, crean una vida desbordante de compromisos, proyectos y plazos.
2. Usan un lenguaje exagerado
Es posible que intenten llamar la atención agregando palabras grandilocuentes (“extremadamente malo” versus “malo”). También realizarán gestos dramáticos con sus expresiones faciales.
3. Necesitan ser el centro
Las personas con tendencia al drama rara vez se quedan en un segundo plano o al margen.
4. Vuelven a contar la misma historia emocional a diferentes audiencias
Esto les permite desahogarse continuamente. También es común que agreguen variaciones al relato original.
5. Son negativos
Se centran en los elementos negativos o estimulantes de la vida de otras personas.
6. Están preocupados
Como la estrella de cualquier programa, necesitan la interacción unidireccional de una audiencia, personas cuyo único papel es ser testigos de su drama.
7. Sienten falta de control
Su incapacidad para controlar (o predecir) el mundo exterior los lleva a sentirse abrumados, impotentes y víctimas de la situación.
Efectos en la salud mental
Según el psicólogo, esta epidemia de dramatismo hace que la gente viva pendiente de las reacciones de los demás en las redes sociales y el aumento del estrés en las noticias, para acaparar mayor atención, hace que este se incremente aún más, en un efecto de contagio.
Una conducta a estudiar
Sobre el tema, la psicóloga clínica Nisaly Brito explica que el drama ha acompañado históricamente a la humanidad y se ha convertido incluso en una fuente de ingresos.
“El drama es lo que da pie a la industria de las novelas, por ejemplo, el drama ayuda a sintetizar necesidades básicas como el amor, la aprobación, las pérdidas y acompaña a hombres y mujeres”, explica la especialista de la conducta.
De igual manera, Brito asegura que el drama ha sido objeto de estudios por la Psicología desde hace muchos años.
“No podría asegurar que es adicción pero cualquier aproximación cuyo uso sea problemático y en caso del drama podemos decir que existe una ganancia secundaria en su uso”.
¿Qué ganan? según explica la especialista, una persona que se engancha con un episodio de la vida “gana atención, justificación, no sanar o victimizarse, por tanto más que adicción yo me inclino por decir que es una herramienta que usa el ser humano para captar la atención”.
En ese sentido, Nisaly Brito asegura que del drama nadie se escapa. “Todos en algún momento de la v