Adiós a la eminente astrónoma Vera Rubin

Adiós a la eminente astrónoma Vera Rubin

La eminente astrónoma, pionera del estudio de la materia oscura, falleció el pasado 25 de diciembre a la edad de 88 años.
Rubin no sólo cambió nuestra manera de imaginar el universo, sino que inspiró a muchas jóvenes muchachas para dedicarse profesionalmente a la astronomía y luchó denodadamente por la equidad de las mujeres en el mundo de la ciencia.
Una carrera imposible. Si la carrera científica es particularmente difícil hoy para las mujeres, aún lo era mucho más hace unas décadas, cuando Vera Rubin se apasionó por la astronomía. Y sin embargo, y a pesar de todo ello, las contribuciones realizadas por las mujeres a esta disciplina durante el último siglo han sido absolutamente sobresalientes.
Vera Cooper Rubin nació en 1928 en Filadelfia y, cuando contaba con diez años de edad, se mudó con sus padres (unos emigrantes judíos) y su hermana Ruth a vivir a Washington D. C.
Fue allí donde se inició su interés por la astronomía, con tan solo catorce años ya era miembro de una asociación de astrónomos amateur. Pero como relataba hace poco Miguel G. Corral en ElMundo.es, cuando Vera mostró su interés por los astros en su acercamiento a la universidad, el empleado de la oficina de admisiones le sugirió la idea de cambiar su vocación por algo relacionado con el estudio de las estrellas, pero, de alguna forma, más “femenino”… como la pintura. Así que Rubin acabó estudiando Artes en el Vassar College de Nueva York, pero su vocación era muy fuerte. Por ello, tras completar su Bachelor of Arts, en 1948, intentó inscribirse en los estudios de astronomía en Princeton.
Algo que también fue imposible, pues los estudios de postgrado de astronomía estuvieron vetados a las mujeres ¡hasta 1975! Vera solicitó entonces ser admitida en Cornell donde estudió física con algunos de los mayores físicos del siglo XX, como Richard Feynman y Hans Bethe. Afortunadamente, Rubin encontró un director muy estimulante para su tesis doctoral, el gran George Gamow en la Universidad de Georgetown. En su tesis, concluida en 1954, demostró que las galaxias no están distribuidas de manera aleatoria en el universo, sino que viven en grandes comunidades, los “cúmulos de galaxias”, una idea que no fue desarrollada hasta un par de décadas más tarde. Materia oscuraVera Rubin permaneció en Georgetown durante once años tras su tesis desarrollando una gran actividad científica mientras se ocupaba de sus cuatro hijos, y en 1965 se produjo un punto de inflexión en su carrera. En ese momento, gracias a su trabajo sobresaliente, fue la primera mujer de la historia autorizada a utilizar los telescopios del Observatorio de Monte Palomar. Además ganó un puesto de trabajo permanente en la Institución Carnegie de Washington, donde conoció al que sería su amigo y colaborador más cercano, el astrónomo Kent Ford.

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