Adiós a Manuel Arsenio Ureña

Adiós a Manuel Arsenio Ureña

En cualquier punto de la vida de don Manuel Arsenio Ureña afloran la   austeridad personal y su inmensa generosidad para con los demás como dos de las virtudes que cultivó. Este cibaeño serrano, emprendedor incansable, escaló el éxito empresarial desde cero,  hasta destacarse como uno de los empresarios más importantes. Y supo compartir ese éxito de tal manera que le permitió levantar  familia y  apoyar causas sociales como la alfabetización.

 Nació en  un hogar humilde en La Guama, San José de Las Matas. A los 14 años se radicó en Santiago, donde trabajó y estudió en la Academia Santiago, en la que se graduó de contador mercantil y dactilógrafo. Entró a los negocios con un colmado-almacén y gracias a austeridad y esfuerzo fundó las empresas Manuel Arsenio Ureña, C. por A., dedicada a la venta de lubricantes, baterías, neumáticos y otros accesorios automotrices, y Camelia Agroindustrial.

Ocupó cargos en el Banco Hipotecario Popular, luego en el Banco Popular y el Grupo Popular. Encabezó  el Banco Ademi, fue miembro de la junta de directores de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, precursor del Plan Sierra, entre otras posiciones importantes. Nuestras condolencias a su esposa  Camelia Rodríguez de Ureña, y sus  hijos Junior Arsenio, Ellis, Carmen Guerly, Oliverio, Augusto, Richard, Juan Manuel y Carla.

Facilitemos la vacunación

El mejor ejercicio de la medicina es el que se ocupa de prevenir  las enfermedades, de evitar que la gente enferme. Eso justamente es lo que hacen las autoridades sanitarias cuando ponen en marcha programas de vacunación contra diversos tipos de enfermedades.

Desde ayer y con el propósito de inmunizar a por lo menos un millón de personas contra cinco enfermedades, el Ministerio de Salud Pública inició una campaña nacional de vacunación a cuyo éxito debe contribuir cada ciudadano.

La Jornada de Vacunación Nacional de las Américas tiene el propósito de proteger contra ataques de influenza AH1N1 en hospitales y maternidades de todo el país, así como sarampión, polio, rubeola y síndrome de rubeola congénita.

Si prevenir es mejor que remediar, entonces todos debemos respaldar este programa de medicina preventiva.

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