Al recibir ayer la infausta noticia del fallecimiento del locutor Danilo Arzeno, recordé sus magníficas cualidades como profesional del micrófono, pero sobre todo, su don de gente y su trato siempre afable y cordial con sus amigos y colegas de la comunicación.
A Danilo lo conocí cuando producía su noticiario Informativo Dominicano a través de la emisora Onda Musical Amplitud Modulada, a principios de la década de 1980, donde presentaba las noticias junto a Ramón Rivera y José Cantizano Ramírez, espacio que mantuvo al aire por casi 40 años.
Después tuve la oportunidad de tratarlo de cerca, por temas relacionados a mi trabajo como periodista, cuando se desempeñó como jefe del Departamento de Locutores y luego encargado de las emisoras de Radio Televisión Dominicana (RTVD).
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Danilo Arzeno se inició como locutor a finales de los años 50 en su natal Puerto Plata (La Voz del Atlántico, de Antonio Baduí y La Voz de la Libertad, de Luis Pelegrín). Luego trabajó algunos años en Santiago, en las estaciones Radio Santiago y Ondas del Yaque, y como locutor comercial de las transmisiones de Águilas Cibaeñas.
El también excombatiente constitucionalista, tenía 82 años cuando lo sorprendió la muerte en su Puerto Plata querida, donde había regresado a residir hace algunos años.
Fue velado en la “Novia del Atlántico” y trasladado su cuerpo a Santo Domingo, donde este miércoles recibirá cristiana sepultura. Lleguen mis abrazos de condolencias para su esposa Marcia María Brugal Romero y su hijo Adolfo Alexander Arzeno Brugal.