DR. MILCÍADES ALBERT
Gineco-Obstetra/Salud Integral de la Mujer
En publicaciones recientes, la República Dominicana se sitúa en el tercer lugar en el índice de cesáreas de Latino América, con un 29.9%, por debajo de Chile (40%) y Brasil (27%.)
Esta cifra se refiere exclusivamente al sector hospitalario, ya que las estadísticas de las clínicas privadas no se incluyen en las de la nación. En el sector privado, donde las pacientes acuden, en su mayoría, con seguros médicos, esta cifra es tres a cuatro veces mayor. Este fenómeno sucede de igual manera en otros países de Latino América. Tal es el caso de Brasil, donde todas las mujeres que acuden a clínicas privadas paren por cesárea. Dos puntos se deben destacar desde el aspecto histórico; uno el social y el otro el técnico. Desde el punto de vista técnico, todas las cirugías en el pasado estaban reservadas para casos extremos, las cirugías se dejaban como última opción. La cesárea estaba incluída entre ellas. Las razones de esta situación estaban asociadas al estado incipiente de la asepsia (esterilización quirúrgica), los antibióticos, los analgésicos, las suturas (hilos) y la anestesia. En lo social, la madre era reconocida como un ser importante. Ella era, socialmente, la responsable de criar, cocinar y cuidar la casa. El feto, no tenía la misma valía, en aquel entonces. Las cesáreas se realizaban de manera exclusiva cuando existían razones que ponían en peligro la vida de la madre.
¿Por qué ha aumentado el número de cesáreas?
Factores Técnicos: Es evidente que el desarrollo alcanzado en los procedimientos quirúrgicos ha variado la actitud de todos los sectores. Médicos, pacientes y familiares. Ahora, la cesárea es conocida como un procedimiento de bajo riesgo para la paciente y muy segura en las manos experimentadas del galeno.
Factores Físicos
y Fisiológicos: En el aspecto físico y fisiológico (funcionamiento), el parto vaginal produce unas modificaciones tales como distensión y elongación de las paredes de la vagina. Estos cambios conllevan a una modificación de la capacidad de contractura de la vagina. Así como modificaciones que van desde grados leves hasta condiciones severas. Es importante recordar que la respuesta sexual, sea satisfactoria o no, depende aún más de factores psicológicos y sociales que de condiciones físicas. Ahora bien, hoy en día el placer es venerado de manera fehaciente, es un verdadero culto al hedonismo lo que lleva a muchos a pensar: Si comparamos las modificaciones anatomo-fisiológicas que produce el parto vaginal, en contra-posición con una cicatriz transversal, apenas visible, muy estética de la cesárea, se ve como fácilmente la balanza se inclina hacia esta última.
Factores Sociales
El número de embarazos y, por ende, de los hijos, ha cambiado. En la actualidad, las parejas cursan un número limitado de embarazos. Ellos se preparan económica, psicológica y socialmente para el momento en que pueden tener los hijos (me refiero sobre todo a la clase media.) Por esto, es más difícil para una pareja que decide tener un hijo, aceptar el hecho de perderlo. Hoy en día, los padres incluyen en el núcleo familiar al nuevo miembro desde que logran verlo en la sonografía, tan temprano como a las seis semanas. La pareja exige su cuidado y atención desde es momento. Esto debe ir sumado a los grandes logros alcanzados, en materia de derechos, por las mujeres, sobre todo con relación a su cuerpo.
Factores Psicológicos
La mujer vive una realidad psicológica al momento de prepararse para parir: lidiar con el dolor que conlleva la labor de parto. Por más que se quiera, la palabra dolor es parte de la forma natural de nacer de los seres humanos. Está escrito, en sentido literal, en Génesis 3:16: A la mujer le dijo: tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con dolor parirás los hijos. La conceptualización teológica y pastoral concluye en que los hijos (frutos del parto) le dan todos los días a sus padres alegrías y tristezas. Pero solo con mencionar la palabra dolor, que es un mecanismo de defensa de la vida, produce un rechazo inmediato.
En la genialidad de Juan Luís Guerra, él logra, con poesía, explicar como el dolor de un pujo es capaz de transformarse en el placer más grande; encender la vida. Ahora bien, ese hecho hay que quererlo, hay que desear vivirlo. Hoy nuestra vida es light hacia lo cómodo, hacia lo confortable, hacia lo fácil.