Adivina…

Adivina…

Le encanta la carne de ciervo y gamuza, le encanta la niña de la caperuza. Una madrastra la odia, una manzana la mata, un príncipe muy hermoso de la muerte la rescata.  

De rojo me cubro sin ser amapola, mi abuela y el lobo completan la historia.  

4. Su madrastra y sus hermanas no la dejaban salir pero llegó el hada buena y al príncipe hizo feliz.

Mi padre me llevó al bosque y el camino señalé marcándolo con piedrecitas para así poder volver.  

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