En su discurso de la pasada semana, el presidente Fernández citó la eficiencia energética del país, atribuyéndose el logro dijo que había mejorado 40 por ciento del 2000 al 2010, incurriendo en el error del Ministro Alemán, quien en su tesis doctoral se adjudicó créditos literarios que no le correspondían, teniendo que renunciar al título y al cargo.
Al relacionar el consumo de combustibles con el PIB nominal en dólares, dijo que se había reducido de 2.07 barriles en el 2000 a 1.25 barriles en el 2010.
¿En qué consistió la apropiación? Como el Ministro Alemán, en no reconocer la paternidad de la mejor productividad energética, no fue el suyo sino el Gobierno del presidente Hipólito Mejía el que mejoró el índice.
En el 2005 ya estaba en 1.86, es decir, la eficiencia energética había mejorado 33 por ciento respecto al 2000.
Cuando el presidente Fernández entregó el poder en el 2000, la producción de energía eléctrica era 90 por ciento base petróleo y 10 por ciento no petróleo, la composición cambia a 58 por ciento y 42 por ciento respectivamente en el 2005, por la inversión acumulada del sector privado y del Gobierno en los años 2000-2004, que introdujo al sistema 520 megavatios a gas natural, 300 megavatios a carbón y 450 megavatios al rehabilitar los parques de generación hidráulica.
En otras palabras, con menos combustibles en el 2005 los dominicanos estábamos en capacidad de producir la misma cantidad de bienes y servicios del 2000. Esa es la verdad.
Ha sido un fracaso la gestión energética de los gobiernos del Dr. Leonel Fernández y el PLD, la historia está ahí, la capitalización de la CDE en el 1998, la planta Cogentrix y el hecho de que no haya instalado un solo megavatio desde el 2005, a pesar de los reiterados anuncios de que árabes, americanos y europeos venían cargados de dólares para invertir en el sector, los que nunca llegaron ni van a llegar.
La planta Cogentrix en San Pedro de Macorís es un monumento a la ineficiencia gubernamental. Tan solo en seis años ha costado a los contribuyentes US$288 millones sin aportar un solo megavatio.
En lugar de repetir el discurso de las bombillas de bajo consumo y otro bla bla, como dice el pueblo, debió decir que dedicaría esfuerzos y recursos para convertir a gas natural la planta Cogentrix, que rompería la inercia que estanca el proyecto.
Esperamos que no sea una nueva fantasía el anuncio de que el país economizará anualmente 590,000 barriles de combustibles, al entrar en producción las plantas de energía eólica anunciadas, que no se trate de otra burla como las piruetas aéreas de los Tucanos del fin de semana, desperdiciando combustibles en un momento en que todos estamos abocados al ahorro.
Lo que no se puede permitir es que por una nueva quimera empeore aún más la situación de los 3.3 millones de dominicanos pobres y del millón que está en la pobreza extrema, la política pública de los gobiernos de Leonel Fernández y del PLD ha incrementado en 33 por ciento y 15 por ciento ambos índices de pobreza, comparado con el 2002 cuando el PRD y el presidente Hipólito Mejía eran Gobierno. Las cifras no mienten.