POR MANUEL JIMENEZ
El gobierno admitió ayer que la falta de tecnificación y de equipos, así como la corrupción que campea en ciertos estamentos de la Policía, impiden un mejor desempeño en la lucha contra el crimen y la delincuencia.

El director de Prensa de la Presidencia, Rafael Núñez y el portavoz gubernamental, Roberto Rodríguez Marchena, durante un encuentro matutino con los periodistas acreditados al Palacio Nacional, dijeron que están identificados con la preocupación de la Iglesia Católica por la inseguridad que se vive en los barrios.

  No  obstante, afirman que la administración del presidente Leonel Fernández y la jefatura de la Policía Nacional están desplegando esfuerzos para mejorar el entrenamiento de su personal, renovar y aumentar sus medios de transporte e introducir técnicas avanzadas de investigación, pero que se trata de un proceso que requiere tiempo.

“La internacionalización de la delincuencia nos ha agarrado desprevenidos, al igual que a otros países de América Latina”, dijo Núñez al sostener, igual que el presidente Fernández, que la violencia en los barrios es fruto del auge del narcotráfico.

“Tenemos policías sin entrenamiento, sin equipos, policías sin ningún tipo de preparación para hacerle frente a una internacionalización de la delincuencia que tiene métodos muy sofisticados. Pero sumado a esto, hemos encontrado un gobierno en el hoyo”, dijo Núñez.

Manifestó que el agravamiento de la delincuencia tiene también su origen en la severa crisis económica que sufrió el país durante el gobierno anterior.

“La misma Policía permeaba por la corrupción, pero estamos tratando de corregir esto”, aseguró el funcionario.

Precisó que las autoridades actuales no pueden resolver un problema que “nos viene desde hace años, de golpe y porrazo”.

Resaltó los acuerdos que han sido firmados con la Policía de Nueva York para el entrenamiento de los policías dominicanos, así como los recursos económicos que se gestionan para equipar a la institución.

De su lado, Rodríguez Marchena se identificó con la preocupación externada en la víspera por el cardenal López Rodríguez, en torno a la violencia criminal que está afectando a los barrios.

López Rodríguez, arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, dijo que tiene informes de los sacerdotes barriales de que la gente están abandonando esos sectores por el estado de violencia y delincuencia que se está viendo.

Rodríguez Marchena dijo que todos los dominicanos “estamos sorprendidos” con lo que está ocurriendo y argumentó que el fenómeno de la delincuencia y de las drogas en los barrios “en cierto modo nos ha tomado como sorpresa”.

Para Rodríguez Marchena, el país se encuentra en estado de shock con la situación que se está viviendo, destacando entre los actos escandalosos la muerte de un niño de nueve años en el curso de un  intercambio de disparos entre bandas rivales en el barrio 27 de Febrero.

Dijo que la administración del presidente Fernández tiene la responsabilidad de hacer frente a una situación que heredó del pasado y que constantemente se vuelve más compleja por las operaciones de estos grupos del narcotráfico.

“Lo importante es que la población tenga la percepción de que estamos librando la batalla, una batalla que tiene muchos escollos y muchas dificultades”, dijo.

EL DESAFIO

De otro lado, Rodríguez Marchena minimizó la advertencia del nuevo presidente del opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD), senador Ramón Alburquerque, de que esa organización está lista para dar la batalla al gobierno.

Añadió que se trata de un pronunciamiento “muy típico” del temperamento del nuevo presidente del PRD, al que no le concede ninguna importancia ni trascendencia.