Hasta hoy llegaba el plazo otorgado por el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) y las autoridades del Mercado Nuevo de la capital a los vendedores que despachan afuera y con los que nadie ha dialogado ni les ha ofrecido otra opción para que dejen el lugar del que obtienen el sustento.

Los trabajadores denuncian que el procedimiento ha sido muy informal. Los inspectores entregan volantes que conminan a abandonar los puestos y pese a la insistencia rehúsan dialogar.

Mercaderes como Ivelisse Villar quieren explicación a una medida tan radical así de repente, cuando llevan años en ese trabajo y cumplen con sus tributos… o cumplían, porque la administración hace cuatro meses rechaza el pago.

Los comerciantes, en vilo desde entonces, atribuyen a los mayoristas presiones para que los echen.

Expresan que esta situación arrancó en la gestión de David Collado pero fue apaciguada.

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