Ante los continuos movimientos telúricos que se están sucediendo en el territorio nacional, la Asociación Dominicana de Corredores de Seguro (Adocose) insistió en la necesidad de que el Estado, las empresas y los dueños de viviendas aseguren sus propiedades con el objetivo de tener la seguridad de la continuidad de sus inversiones en caso de una catástrofe. 

El presidente de Adocose, Carlos Nieto, planteó que por ser el seguro un rubro no tangible es muy vulnerable a que los dueños de propiedades prescindan de él en busca de ahorrar, sin darse cuenta que contar con una póliza de seguro es la mejor garantía para recuperarse ante cualquier eventualidad catastrófica. 

Al destacar la importancia de tener un seguro para enfrentar cualquier tipo de contingencia, Nieto citó el caso de Chile que gracias a que las empresas, instituciones y el Estado tenían sus infraestructuras aseguradas, pudo afrontar con mayor rapidez los desafíos que se le presentaron tras recibir los efectos de un sismo de 8.8 en la escala de Richter el 27 de febrero de 2010. Dijo que igual situación no se dio en Haití que aún no ha podido iniciar totalmente su recuperación de los desastres causados por el sismo que lo afectó el 12 de enero de 2010.

 En el caso de las empresas el presidente de Adocose recomendó  que  las ya tienen sus seguros contra terremotos, incendios o huracanes revisen que sus valores asegurados estén correctamente de acuerdo al valor de reposición de las propiedades y de la reconstrucción de las edificaciones, debido a que eso es lo que le garantizará que si ocurre un siniestro la compañía de seguro le pague el total de lo que está esperando para poder continuar sus operaciones.

Otro punto a tener en cuenta es que las empresas deben contratar la cobertura de Lucro Cesante o perdida de beneficio, porque, inmediatamente ocurra un daño, por ejemplo, puede durar un tiempo para volver a operar, y esta cobertura le garantiza los recursos para pagos de nómina, a accionistas, entre otros.

Al referirse al Estado, indicó que contar con un seguro garantiza los recursos para reconstruir las obras públicas destruidas en caso de un siniestro y esto evitará que el país  incurra en deudas para poder volver a contar con sus infraestructuras colapsadas o destruidas.

Dijo que aunque los países siempre cuentan con ayudas internacionales en caso de catástrofes, la solidaridad internacional tarda en hacerse efectiva, debido a que por lo general puede ocurrir catástrofe en varias partes del mundo casi en un corto periodo de tiempo. 

Lamentó que hay una falta de enfoque por parte del Estado sobre la importancia de tener aseguradas sus propiedades  porque se cree que es costoso y no como una garantía de poder tener con que volver a levantar lo destruido en caso de producirse un sismo, incendio o huracán. En ese sentido, explicó que hay formulas que se crean para garantizar que no se pague tanto por un seguro y así poder asegurar todas las obras  públicas en base a un valor único. 

Sobre las viviendas insistió en que los adquirientes aseguren su inversión como forma de estar tranquilos en casos de una situación inesperada de las antes citadas.

Indicó que el costo con relación al beneficio de asegurar una vivienda no es tan alto como algunos imaginan ya que con una póliza que paga 8 mil pesos al año se asegura una vivienda que tenga un valor de 2 millones de pesos, lo que no es mucho si se toma en cuenta que garantiza la reconstrucción de la propiedad.