Brasilia. El adolescente de 14 años que mató a dos compañeros de clase e hirió otros cuatro este viernes en una escuela privada de Brasil se habría inspirado en tiroteos masivos, informó la policía de Goiania (centro-oeste), donde ocurrió el incidente.
Hijo de policías, el joven afirmó en su primer interrogatorio que se inspiró en dos tiroteos tristemente famosos: la masacre de Columbine (1999) en Estados Unidos y la de Realengo (2011) en Rio de Janeiro, según dijo el comisario Luiz Gonzaga Júnior a la prensa local.
«Pensaba en vengarse desde hace aproximadamente dos meses», relató el comisario, citado por el periódico Estado de Sao Paulo.
La gota que rebasó el vaso fue la persistencia del «bullying» que sufría por parte de sus pares, afirmó Gonzaga, a cargo de la investigación, todavía en su fase preliminar.
Con la intención de dispararle a un compañero específico, cargó una pistola calibre 40 que estaba en su casa escondida en un mueble, según relató a los agentes y la llevó a la escuela en su mochila.
Cerca del mediodía, aún dentro del salón de clase, sacó el arma y después de disparar contra su compañero, «en un desequilibrio emocional terminó alcanzando a todos los demás».
Luego llegó a apuntarse con la pistola en la cabeza, pero fue disuadido de suicidarse por una profesora, añadió el comisario.
Entre los cuatro heridos, una chica de 13 años se encuentra en estado crítico ya que una bala le perforó un pulmón.
Fue operada, pero «está respirando con aparatos» y «todavía corre riesgo de muerte», informó Ricardo Mendonca, director técnico del Hospital de Urgencias de Goiania.
El presidente Michel Temer dijo estar «consternado» con lo ocurrido. «Mi solidaridad a las familias. ¡Fuerza!», tuiteó el mandatario.
Bullying ‘generador’ de violencia. Los primeros datos recogidos por la policía indican que el menor no había denunciado en la escuela que sufría bullying.
Sin embargo, numerosos relatos de estudiantes recogidos por la prensa local coinciden en que sus compañeros, entre otras actitudes, lo apodaban de «apestoso» por supuestamente no usar desodorante.
«No era tranquilo. Era bastante extraño. Si te acercabas a hablarle, ya te decía ‘ah, voy a matar a tu padre y tu madre, te voy a matar’.
Nunca llegamos a decirle a nadie en la escuela porque no pensábamos que era de verdad, que llegaría al punto de hacer eso», afirmó una estudiante no identificada al diario Folha de Sao Paulo.
«Llama la atención» cómo el chico tuvo acceso al arma en casa y cómo consiguió luego entrar con ella a una escuela privada, subrayó Cássio Almeida de Rosa, integrante del Foro Brasileño de Seguridad Pública, dedicado al estudio de la violencia en Brasil.
El bullying «es un factor generador de violencia, que a veces termina en casos extremos como lo que pasó hoy», añadió.
Aunque no es tan común en las instituciones privadas, «la violencia juvenil infelizmente está presente en nuestra escuelas», aseguró el especialista.
Control de armas. El caso en Goiania, aunque es tratado por las autoridades como un hecho «puntual», revive el debate sobre el control de las armas en Brasil, en momentos en que el Congreso analiza una propuesta para flexibilizar el acceso por parte de la población.
Con una tasa de 21,2 asesinatos con arma de fuego por cada 100.000 habitantes (el triple del promedio mundial, según la OMS), Brasil es el décimo país más peligroso para vivir, según el internacional «Mapa de la Violencia 2016», publicado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) que analiza 100 naciones.
En 2001, un joven de 23 años ingresó a su antigua escuela en el barrio popular de Realengo y armado con dos revólveres disparó a quemarropa contra estudiantes de entre 12 y 15 años, dejando un saldo de 12 muertos.
El 20 de abril de 1999, en Littleton (Colorado, oeste de EEUU), dos adolescentes asesinaron a tiros a 12 compañeros de clase y un profesor en la secundaria Columbine. Luego se suicidaron.