Aunque horario toque de queda puso presión, chicos a partir de 12 años asistieron a inyectarse
Ansiosos por inocular a sus familiares mayores de 12 años con la vacuna Pfizer que aminora los efectos de la covid-19, cientos de personas, en su mayoría padres, acudieron ayer a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) a acompañarlos a aplicarse su primera dosis.
Aunque en principio el desorden reinó en el recinto de la Facultad de Ciencias de la Salud, gradualmente la calma y el orden se pudo restablecer, gracias a la seguridad y los estudiantes voluntarios que trabajaron en los 15 puntos de vacunación, que estuvo abierto hasta las 2:00 de la tarde por la restricción de horario del toque de queda.
Según explicó Rosel Fernández, decana de la facultad, a parte de la Pfizer también se estuvo aplicando la segunda dosis de la Sinovac exclusivamente. “Como colapsó todo el proceso ayer en todos los puntos, pues accedimos a integrarnos hoy domingo para que la población tuviera un espacio más”, dijo Fernández.
“Yo lo traigo por convicción propio. La salud es primero y él además vive con sus abuelos. Hay que cuidarlos. Hay que acabar con esto (la pandemia), sea con la vacuna o sea con lo que sea”, dijo Federico Carela mientras esperaba que llamaran su número en la puerta para entrar con su hijo de 12 años.
Un total de 2 mil 340 dosis estuvieron disponibles (Pfizer 1,780 y Sinovac 560) para la gran masa humana que acudió a buscar vacunarse, entre la que se encontraba Grifalini Reyes, quien junto con sus dos hijos y una sobrina dijo confiaba más la Pfizer para inocularse contra la Covid-19.
“Estoy preocupada por la salud de ellos. Confío 100% en Dios y la Pfizer. A los padres que traigan sus hijos a vacunarse”, recomendó.
En iguales términos se expresó la señora Wilma Morfa, tras vacunar a sus dos hijos de 12 y 16 años.
“Entiendo que tenemos que salir de esta pandemia y lo mejor que podemos hacer es vacunarnos”, expresó con satisfacción mientras salía del recinto.