Adolescentes: características psicológicas y disciplina

Adolescentes: características psicológicas y disciplina

Psicólogo clínico, Hospital General Plaza de la Salud

Sin duda alguna, la adolescencia es una de las etapas más difíciles del desarrollo humano, tanto para el mismo adolescente como para sus padres, sobre todo en un contexto de angustia, miedo e inseguridad ciudadana.

Para la Organización Mundial de la Salud, la adolescencia es la etapa de la vida comprendida entre los 10 y los 19 años de edad. De acuerdo con T.V. Dragunova “la importancia de la adolescencia radica en que en ella se echan las bases y se esboza la orientación general en la formación de las actitudes morales y sociales de la personalidad”. “Es el periodo en el cual el niño comienza a buscar su lugar en la sociedad”.

“La importancia de la adolescencia radica en que en ella se echan las bases y se esboza la orientación general en la formación de las actitudes morales y sociales de la personalidad”, señala Dragunova.

La autora explica en sus libros que “podemos apreciar que, junto con los cambios biológicos, surgen tres estructuras psíquicas en el adolescente: el elemento del adulto, la autoconciencia y unas relaciones diferentes con el adulto y los compañeros”.

¿Qué es la autoconciencia? Es la tendencia a ser o sentirse adulto; es verse a sí mismo como adulto. Por medio de esta estructura se rompe con la “moral de la obediencia” y se busca y exige respeto a su dignidad o su “yo” y aceptación de su personalidad e individualidad, a la manera en que hacen y dicen las cosas, a su manera de pensar.

La forma del adolescente exigir un nivel de igualdad con el adulto es protestando e insubordinándose cuando el adulto no comprende esta realidad.

La necesidad que tiene el adolescente de que se le reconozca como un adulto puede hacerle caer en un desafío a la autoridad.

Los adolescentes admiran las cualidades de un hombre de verdad: fuerza, voluntad, arrojo, valentía, resistencia, lealtad y amistad.

Se interesan por conocer temas específicos y extracurriculares por el deseo de poder hacer algo de verdad. Son autodidactas, se pueden apasionar por temas científicos, informática, técnicos, artísticos, etc. para esto buscan libros o en las redes sociales, exposiciones y museos.

La literatura, el cine y la televisión son subjetivamente necesarios. Prefieren argumentos tales como la lucha contra la fuerza de la naturaleza o contra diversas dificultades y contra el mal; relaciones humanas, amor, sexo, etc.

Durante la etapa de la adolescencia, tienen sueños que constituyen la búsqueda de un modo de vida satisfactorio en el presente y el futuro. Ellos sueñan con una vida interesante y rica; con una actividad socialmente útil y creativa, con la posibilidad de distinguirse y merecer reconocimientos y respeto, con una amistad leal y un amor de verdad.

¿Qué significan las amistades?

Las relaciones con sus compañeros y amigos facilitan la adquisición de nuevos intereses, de cambios cognoscitivos y de nuevos hábitos de estudios, así como cambios del contenido de las instancias ético-morales.

El joven busca su propia identidad, conocerse a sí mismo, el significado de las cosas los ¿por qué? se convierten en la cuerda de salvación. Esto les facilita elegir con seguridad amigos parecidos y con los que comparten valores y asumen responsabilidades de sus decisiones.

¿Cuáles son las causas de los conflictos con el adolescente? La resistencia de los padres y tutores normalmente a aceptar los cambios psíquicos. Para ellos, sus hijos sigue siendo niños y tienen por costumbre dirigir y controlarlos, ya que todavía conservan rasgos infantiles en su fisonomía.

Un modelo de crianza autoritativo, o de normas rígidas, donde los niños no participan en la toma de decisiones de la familia, así como un modelo de crianza permisivo o sobreproteccionista, en el que los padres ejercen poco control sobre sus hijos, pero son muy cálidos, producen niños apartados, tímidos y temerosos que se muestran opacados e irritables. Estos patrones de crianza producen en el menor dificultades para inhibir sus impulsos, agresivos, violentos, baja tolerancia a la frustración y problemas para diferir las gratificaciones (capacidad de esperar); excesivamente rebeldes o negativos, autoindulgentes, impulsivos e ineptos sociales, con bajo rendimiento académico y deserción escolar, escapes de la casa y embarazos no deseados.

¿Cómo mejorar la disciplina con el adolescente?

La disciplina del adolescente se hace difícil hoy día porque mientras la influencia familiar va declinando, la del medio social va aumentando.

Cuando los padres o tutores no comprenden estos cambios empiezan los conflictos. El adolescente comienza a resistirse a cumplir con las exigencias que cumplía con agrado cuando era niño; ahora se ofende, protesta y se enoja cuando lo limitan mucho y, en general, cuando lo sobreprotegen, dirigen, controlan, le exigen obediencia, lo castigan, no consideran sus intereses, relaciones y opiniones, le demuestran desconfianza, etc.; no se le puede humillar, minimizar, desconfiar de él o privarlo de su independencia.

Si se quiere que los adolescentes se muestren más confiados en ellos mismos, tengan mayor control personal, sean más competentes socialmente y desarrollen mayor autoestima, así como que desempeñen mejor en la escuela, es imprescindible cambiar a un modelo de crianza democrático.

En este modelo se adopta un firme control de los hijos, a la par que se fomenta la comunicación y la negociación en el establecimiento de reglas. Es este caso no se deja la disciplina al azar; sino que mediante “la amistad”, el perfeccionamiento de la comunicación y el reconocimiento de sus sentimientos de adultez, se facilita un grado de independencia progresivo, estimulando sus iniciativas y participación en los grupos sociales de un modo que les permite ajustarse a las nuevas exigencias sociales que tienen que enfrentar.

 

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