Los diferentes centros de vacunación estaban repletos de padres junto a sus hijos

El entusiasmo de los adolescentes por la aplicación de la vacuna contra el coronavirus fue lo más palpable ayer en los centros de vacunación ubicados en el Centro Olímpico, Multicentro La Sirena y en la plaza Ágora Mall.

Los adolescentes manifestaron emoción porque se estaban inoculando contra el virus, sobre todo porque a su entender la vacunación propicia la posibilidad de que vuelvan a recibir docencia desde las escuelas.

La asistencia de padres o tutores junto a sus hijos era masiva, por ende estos centros estaban abarrotados y las personas realizaban largas filas para entrar al área de vacunación, principalmente en el Centro Olímpico y en Ágora Mall.

En el Centro Olímpico se encontraba junto a sus padres y hermanos el adolescente José David Concepción, de 12 años de edad, quien indicó que se sentía bien de poder vacunarse porque podrá jugar con sus amigos e ir a su plantel escolar.
Concepción también expresó que el distanciamiento físico lo entristece porque no se puede reunir con sus familiares. Su padre sostuvo que ha llevado a toda su familia a vacunar porque entiende que esa es la manera de poder regresar a la normalidad.

Asimismo, el adolescente Lewing Durán, de 14 años, manifestó que “la vacuna está muy bien porque así podemos salir más rápido de esta situación y volver a recibir clases presenciales, las cuales me disgustaron un poquito porque no pude aprender igual”.
Añadió que le hace mucha falta visitar a sus familiares porque “el estar siempre escribiéndoles en las redes hace que me canse y es más cómodo hablar que estar escribiendo”.

Mientras que Luis Gómez, de 14 años, exhortó a todas las personas a que se vacunen para que no se enfermen con el virus. De su parte, Luis Enrique Gómez dijo que quiere que sus amigos también se vacunen para así poder regresar a su escuela.

También el adolescente Rafael Mejía, de 13, precisó que el proceso de vacunación “ha sido un sistema bien ejecutado y profesional. Aquí han hecho un trabajo bastante eficiente”.
En Multicentro La Sirena también había muchos adolescentes en busca del biológico.

Anleranyi Mejía, doctora encargada de ese centro de inoculación, expresó que los adolescentes han acudido junto a sus padres con un entusiasmo mucho mayor que el de los adultos. Indicó que inicialmente llevó 1,170 dosis de Pfizer y 800 de Sinovac.
Además, indicó que en el día de ayer la asistencia bajó un poco respecto al fin de semana porque los padres trabajan.

Allí se vacunó Diego José Torres, de 136 años, quien expuso que el servicio estaba en orden y que “la vacunación es importante porque las personas se quieren juntar. Todos deben vacunarse y no hay razón para no hacerlo, a menos que las personas se pongan a ver vídeos de conspiración en las redes sociales.

En el centro, ubicado en Ágora Mall, al mediodía había varios adolescentes vacunándose, pero la larga fila era más de adultos.

En este lugar estaba junto a su padre y hermano el adolescente Franknier Rosario, de 14 años, que opinó que la vacuna es la única cura del covid-19 y por eso estaba feliz de aplicársela.

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Centros llenos de adolescentes
Estos centros de vacunación estaban abarrotados de padres y tutores con adolescentes para que se inocularan contra el coronavirus. Sin embargo, algunos doctores indicaron que el fin de semana asistieron muchos más niños.

La doctora Anleranyi Mejía expuso que la ligera baja de asistencia se debe a que los padres trabajan y hay colegios funcionando de manera presencial. De su lado, la mayoría de los adolescentes entrevistados mostró emoción porque se estaba inoculando contra el virus, sobre todo porque a su entender la vacunación propicia la posibilidad de regresar a las aulas.